The Dark Knight Rises: Sin lugar para los débiles
¿Qué es lo que convierte a un héroe en tal? Esto es algo que nos planteó Christopher Nolan al final de The Dark Knight. “You Either Die a Hero, or Live Long Enough To See Yourself Become the Villain”. En el caso de Batman, es algo más que rescatar a Ciudad Gótica del villano de turno. En su momento, Ser El Héroe, fue asumir la responsabilidad por los crímenes de Harvey Dent para que la esperanza que se construyó poco a poco entre Batman, Gordon y Dent no se desmoronara.
Transcurren ocho años desde el final de aquella película hasta el comienzo de The Dark Knight Rises. Jim Gordon se ha ocupado de cumplir con lo que le prometió a Batman: darle caza e idolatrar a Dent. Pero la verdad pesa sobre Gordon, y Gótica, sostenida en la mentira que terminó siendo Dent y sus acciones consecuentes, comienza a desmoronarse desde el corazón de la ciudad. Un mercenario llamado Bane, aparece en escena con planes revolucionarios y anárquicos que tienen como fin destruir Gótica.
Un Bruce Wayne, abatido y destruido por las consecuencias de sus últimos actos cómo ‘El Caballero de la Noche’ debe salir de su enclaustramiento para no perder por completo Wayne Enterprises. Al toparse con los actos de Bane y seguir el rastro de la sofisticada ladrona Selina Kyle, descubre que algo grande está pasando, y finalmente Batman tiene que salir de su cueva.
Christopher Nolan reúne en The Dark Knight Rises el alma y la razón de ser de Batman Begins, y la energía y la oscuridad de The Dark Knight en este capítulo final del héroe de Ciudad Gótica. A Christian Bale, mejor que nunca (¿acaso quedan dudas qué su interpretación es la mejor?), le toca ser más Bruce Wayne que nunca dejando muy de lado el personaje de Batman, a quien el relato lo interpreta todo el tiempo cómo el símbolo qué es de justicia y esperanza, motivos por los cuales fue creado en la primera película.
Nuestro héroe toca fondo y sabe que la situación no puede ser más grave de lo que es… “Why do we fall? So that we might better learn to pick ourselves up”. Bruce busca interiormente cuál es la mejor forma de levantarse para volver a ser el héroe que Ciudad Gótica necesita. Porque de eso se trata esta película, de encontrar la fuerza física y mental para levantarse, para sobreponerse , sin importar cuántas veces te hayas caído, y cuántas veces te hayan quebrado.
En este capítulo, por sobre todas las cosas, Bruce como hombre y no como héroe, necesita de sus tres pilares morales, Jim Gordon, Alfred y Lucius Fox, quienes lo ayudaron a fundirse moralmente en las dos películas anteriores, y que nunca dejaron de creer en él. El alma y el sentimiento de toda la película están puestos en cada línea y cada escena en la que aparecen Morgan Freeman, Gary Oldman y Michael Caine. En especial este último, quien también carga el peso de una mentira y tiene que pagar un alto costo por ello.
Gary Oldman como Jim Gordon y Joseph Gordon-Levitt como John Blake, son la voz de la razón y el orden cuando todo termina por desmoronarse y no hay nadie que rescate a Ciudad Gótica. Levitt, con la actuación más adulta de toda su carrera, interpreta a un policía idealista, a quien la vida le ha permitido ver más allá de lo tangible, transformándose en un personaje clave para que Gótica y Batman renazcan.
TDKR ata cabos sueltos entre las pequeños capítulos contados anteriormente, permitiéndole a Christopher Nolan crear una historia extremadamente anarquista y peligrosa, que no deja de criticar a Estados Unidos como estado y sociedad. Esta película escasamente pretende ser una película sobre el héroe que todos conocemos. Su historia habla sobre el hombre detrás de la máscara, los defectos de una ciudad desentendida y sobre las acciones de los extremistas. TDKR es peligrosa porque Nolan juega con acciones terroristas, por así decirlo, que gracias a Dios, nunca fueron vistas en nuestro mundo, pero que tranquilamente podría generar ideas.
Christopher y compañía, otra vez dan forma a las escenas de acción más espectaculares que se han visto desde sus anteriores películas, Inception y The Dark Knight, con el uso justo y apenas necesario de efectos especiales como le gusta a su director. Astutamente, el guión intercala grandes actos de acción con escenas emocionales, en donde ninguna de las partes tiene más peso que la otra. Y acá está la genialidad de Nolan, y los 4 años de trabajo que le llevó al director y su equipo para darle forma a esta película. No hay cuadro ni diálogo que se desperdicie. Las tramas y subtramas se apilan una tras otra, sin dar respiro, y según su ojo crítico, toda escena, todo personaje tiene algo importante para decir. Por eso, hasta el extra más insípido, estará interpretado por algún actor que quizás conozcamos.
Y así como todas las escenas poseen el mismo peso emocional y sustancial, cada personaje es trascendental para la historia en su correcta medida. En TDKR, Christopher demuestra que es un excelente director de actores, que logra hacer relucir lo mejor de Anne Hathaway como Selina Kyle, más que cómo Gatúbela. Bane, si bien no puede compararse con The Joker, Tom Hardy logra ser lo suficientemente expresivo y amenazador detrás de esa mascara que cubre casi todo su rostro. En esta historia, todos los personajes han cambiado, y Nolan es claro transmitiendo las ideas y sentimientos que quiere ver reflejados en Christian Bale, Gary Oldman y sobretodo en Michael Caine.
The Dark Knight Rises finaliza satisfactoriamente y de forma muy sólida esta trilogía sobre el mítico Batman, con una historia mucho más personal, humana, sentimental, extremista y apocalíptica que sus antecesoras, que se rige de la exploración y la búsqueda psicológica de cada acción de sus personajes. No se deja nada al azar y casi todo tiene una explicación. Nada es simple, ni obvio. Dista mucho de ser perfecta y quizás para algunos no llegue a superar a The Dark Knight, pero las casi tres horas de película que se pasan volando, están cargadas de una calidad cinematográfica y narrativa que solo Christopher Nolan podía lograr, por lo que convierte a sus tres películas de Batman en la mejor de las sagas de superhéroes que existe, y que difícilmente podrá ser superada.