Para enloquecer, solo se necesita un mal día…
La enfermiza relación entre Batman (Kevin Conroy) y el diabólico Joker (Mark Hamill), llegará a un punto cúlmine cuando el príncipe payaso del crimen huya del manicomio Arkham e inicie un retorcido plan para captar la atención de su némesis.
Con un prólogo centrado en Barbara ‘Batgirl’ Gordon (Tara Strong) – escrito especialmente para la película-, la historia central se basa en la novela gráfica de culto “Batman: The Killing Joke”, del escritor Alan Moore y el artista Brian Bolland.
Cuando se anunció que esta espectacular historia iba a tener una adaptación animada bajo el manto de Bruce Timm, todos perdimos la cabeza. Warner Bros Animation y DC Comics nos tienen mal criados con propuestas animadas de gran calidad, como las dos partes de “Batman: El Caballero de la noche regresa”, “Batman: assault on Arkham” (principal fuente de inspiración para la esperada “Suicide Squad”, de David Ayer) o la excelente “Flashpoint Paradox”, que adapta uno de los arcos mas grosos del universo DC.
Lamentablemente, no se notó que pusieran lo mejor de sí para este reto, quedando como resultado final una adaptación cutre, con una animación mediocre y rellenos innecesarios.
La media hora inicial esta centrada en Batgirl, con una historia totalmente ajena al argumento central del film. Esto es, sin duda, uno de los elementos más incómodos del film, ya que cuenta con un polémico elemento que, a pesar de que los dejara boquiabiertos, se siente sucio e incómodo.
Si bien a esta historia telonera (excesivamente larga) se le puede oler cierto paralelismo con ‘Batman: The Killing Joke’, al llegar la hora del plato fuerte (la adaptación), uno queda con una sensación incómoda, ya que se espera ver a Batman y al Joker en el momento mas frágil de su relación, dejando lo importante en una posición desubicada.
La adaptación cuenta con varios agregados destartalados, pero en términos generales, la historia se mantiene fiel y respeta las magníficas líneas del cómic original.
Hablando de las fidelidad de las lineas, escuchar a Conroy y a Hamill (las voces definitivas de los personajes) llevando a cabo esos épicos diálogos, pone la piel de gallina. Ademas Ray Wise (Leeland Palmer en “Twin Peaks”) participa haciéndole la voz al comisionado Gordon, dándole un sabor mas interesante al aspecto actoral del film.
El director Sam Liu falló en esta ocasión, ya que los momentos en los que nos internamos en el nebuloso pasado del Joker, no le notamos esas expresiones que tanto se necesitan para intentar entender a este personaje tan complejo.
Lo mismo sucede con Brian Azzarello, quien aportó al guión detalles aburridos y no se preocupó tampoco en sumarle algo (porque algo había que sumar, ya que el cómic es muy corto) que te quedes cómo “wow, esto funcionó”.
“Batman: la broma mortal” es una adaptación apagada y sin brillo.
Los puntos positivos están en lo que se extrajo de la novela gráfica, la cual, si no la leyeron, les sugiero que corran a hacerlo, para aprender lo que es una joya del noveno arte.