Si Batman: The Killing Joke es un clásico y uno de los hitos de la historia del comic, la adaptación animada 2016 la pifia por miles de kilómetros de distancia. ¿Es realmente un problema de la adaptación, o es que la historia original está sobrevaluada?. A final de cuentas el responsable de la novela gráfica original es Alan Moore, autor de la sagrada Watchmen - la cual es brillante en muchos aspectos pero tiene un final ridículo -. Yo no creo que todo lo que haga Moore sea oro y, leyendo el resumen de la Wikipedia de The Killing Joke, tampoco pareciera que la historia fuera gran cosa. Quizás el problema sea que el comic es de 1988 y han pasado tantas cosas en el medio - como el brutal Guasón de Heath Ledger - que la historia de origen del Joker que pinta Moore se alterna entre absurda e ingenua. Para colmo la versión animada altera el orden de la historia - el origen del Joker es contado en flashbacks - y mete con calzador media hora de aventura superflua y romance forzado entre Batichica y Batman. Ok, eso le da algo más de punch emocional al desenlace del filme, poniendo al encapotado en una misión de venganza contra su archienemigo y poniéndolo en el dilema de quebrar sus propias reglas (algo que queda en el diletante al momento de aparecer los créditos finales); pero se nota que es un emparche y que la escritura del nuevo material no está a la altura de las lineas de Moore. El filme se desvirtúa y mete relleno pero cuando las palabras de Moore surgen de la boca del encapotado y del payaso demente, las lineas resultan estremecedoras. Quizás The Killing Joke hubiera sido una sensacional corto de 15 minutos pero definitivamente no da para una hora y cuarto de largometraje, en donde todo está estirado, desparejo y diluído.
Hablando de manera brutalmente honesta, este es el segundo filme seguido de Batman que me decepciona - el anterior fue Bad Blood -. ¿Acaso el equipo creativo ha caído en una crisis terminal?. ¿Han perdido la medida de como calibrar una gran historia?. Si las historias originales (como Bad Blood) eran malas, ¿cómo la pueden pifiar con la adaptación de un clásico preexistente, un material a prueba de balas?.
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El filme tiene problemas de perspectiva. Primero, habla Batichica; después pasamos al futuro y lleva la batuta el Joker; después está el dilema moral de Batman que sabe que, en uno u otro momento, va a terminar matando al Joker. Este Batman es un auténtico bad ass y vomita odio por los cuatro costados, especialmente cuando revuelve media ciudad Gótica para encontrar al comisionado. Mala noticia: su ex novia y ex socia en el crimen, Barbara Gordon, ha quedado paralítica como consecuencia de un disparo del Joker en su columna vertebral. Una medida inusualmente violenta para un tipo que prefiere tomarse su tiempo en torturar a sus víctimas antes de despacharlas expeditivamente. El comisionado queda desnudo y es obligado a ver fotos de su hija desnuda, herida y bañada en un mar de sangre. Oh, sí, es un recordatorio de que cualquiera, en un mal día, puede volverse loco. Como a aquel idiota, ingeniero químico, que renunció a su trabajo para volverse estrella de la comedia stand up. Claro, sin talento para decir un mísero chiste, el tipo fracasó como loco y se vió obligado a asociarse con un par de pandilleros que quieren asaltar su antiguo lugar de trabajo - al cual él conoce al dedillo -. Las cosas salen mal y el termina en una vatea de ácido con la piel blanca y el pelo verde. El resto es historia conocida.
La historia de origen del Joker es tan blanda y absurda que resulta un chiste. Ok, corría 1988 y era la primera vez que alguien intentaba explicar cómo un tipo común podía convertirse en un monstruo homicida. Pero la historia del ingeniero devenido comediante fracasado es tan estúpida - en serio, ¿de semejante simiente puede nacer algo tan monstruoso como el Guasón? -. Eran mucho mas brutales las sugestiones que daba Heath Ledger en Batman: El Caballero de la Noche, con un padre brutal masacrando la cara de su hijo a navajazos y golpeando a su esposa. Un ambiente nativo de locura en vez de este idiota empardado con una esposa embarazada a la cual pierde el mismo día del atraco fallido. No, no, la coincidencia es idiota y el perfil sicópata no termina de cuadrar.
No me gustó Batman: La Broma Asesina. Ok, está Kevin Conroy y Mark Hamill desplegando todo su talento, pero la animación, el libreto y la dirección dejan que desear. Me parece una historia inflada, sobrevalorada. (alerta spoilers) Ok, el final es ambiguo - Batman y el Joker se rien de un chiste que hace éste pero terminamos escuchando sólo la risa del encapotado (¿acaso le retorció el gañote al payaso?) - y quizás sea lo mejor que tiene, pero el nudo de la trama es breve y tiende a ser manipulador. (fin spoilers) No me convence la historia de origen del Joker, el plan del Joker, ni la acción del final. Quizás pasó mucho tiempo desde 1988 - cuando consideraron ésta como la historia definitiva del origen del payaso diabólico - pero la versión animada actual tiene mas pifias que impacto, y no deja una impresión demasiado buena que digamos.