Mucha confusión, demasiada destrucción pero, sobre todo, excesiva ambición. Este es, quizás, el gran error de Batman v Superman: El amanecer de la Justicia, la majestuosa producción del director Zack Snyder que junta a dos de los míticos personajes de DC Comics y que intenta construir un universo cinematográfico donde se desprendan, a partir de ahora, un par de exitosos títulos anuales.
Con un largo precedente en las historietas, los dos personajes más importantes de DC hacen su aparición estelar juntos, aportando otro capítulo al género de superheroes en la pantalla grande. Un filme de acción con dos horas y media a puro efecto visual que no logra darle razonable y merecido cierre a una historia que lo merecía, pensando en el peso histórico de estas dos leyendas.
Claramente, Batman v Superman tiene sus pros y sus contras. Que no queden dudas, estamos ante una película de Batman que permite que todos los demás personajes tengan tiempo de ampliar su relato y participación. Entre lo más destacable se encuentra un Caballero de la Noche agresivo, lleno de furia y muy obsesivo interpretado por Ben Affleck. Luego, mucho más flojo y casi sin desarrollo, encontramos a Superman de la mano del precario Henry Cavill. Además tenemos al Lex Luthor de Jesse Eisenberg , un villano excesivo en gestos que nos recuerda demasiado al Guasón; la magnética Mujer Maravilla de Gal Gadot, y para el final el acierto del nuevo y genial Alfred de Jeremy Irons.
Con un comienzo muy atractivo, y seguramente los más destacable de la película, se introduce el enfrentamiento verbal y personal entre Bruce Wayne y Clark Kent; seguido por el tan ansiado enfrentamiento entre Batman y Superman; culminando un épico combate con una especie de King Kong Kryptoniano mitológico (?) con la aparición inoportuna de la Mujer Maravilla, introducida en la historia a los empujones. De esta forma, la narración llegando al final se desdibuja, cuando el antagonismo entre los titanes se desvirtúa ante una impulsiva presentación de nuevos personajes y subtramas como forma de epílogo para la lluvia de secuelas que Warner/DC nos tienen preparadas para el futuro.
Un gran esfuerzo inserto a presión dentro de la trama principal que surge de la necesidad comercial de generar otros productos a futuro para las corporaciones Warner/DC. Por momentos da la sensación que los responsables del film están más preocupados en presentarnos los personajes de su próximo estreno, La Liga de la Justicia (2017), que con intenciones de terminar desarrollando, y llevar a buen puerto, la película en sí.
Batman v Superman: El amanecer de la Justicia es una película dinámica, tanto en el orden de lo visual como de la intrincada narración que plantea, pero que luego de su convincente comienzo, se transforma en una exaltada progresión de secuencias que no paran de introducir nuevos datos sobre el pasado y el futuro del inmenso - e inalcanzable- universo de DC, olvidando profundizar en el enfrentamiento concreto y hasta filosófico- sobre la figura del héroe de Gotham y el extraterrestre de Krypton.
Un film que se encuentra a la altura de las circunstancias, de las exigencias del público en general, pero seguramente no de las expectativas de sus fans. Aunque su base no parezca tan sólida, quienes estén interesado en una vertiginosa historia, y pasar más de dos horas y media a pura acción, esta es la película de superheroes que tienen que ir a ver.