El Futuro de DC da más miedo que Darkseid
La siguiente reseña no tiene spoilers (de eso ya se encargaron los trailers de la película)
Hay dos clases de espectador que van a ver este Jueves Batman vs Superman: unos son los que van a ver la película en la que Batman se enfrenta a Superman; los otros son los que tienen marcada esta fecha como un acontecimiento importante en su vida. Por razones de empatía y falta de objetividad esta critica va a estar apuntada más a los segundos que a los primeros.
Yo lo entiendo a usted lector de DC, que vió como los cómics de Marvel (que cuando eramos chicos no los quería nadie) pasaron a tener una relevancia tal que hoy en día todo el mundo parece saber quien es Hawkeye. Hawkeye es y siempre fue la copia mala de Flecha Verde (Green Arrow) y usted lo sabe. Pero no quiero detenerme en contabilizar cuantos personajes le robó Marvel a DC, no, quiero explicarle a usted que tiene pesadillas con Ant-Man,las razones por las cuales cuando se junte con sus colegas fanáticos de Star-Lord en la próxima reunión, va a ser el centro de burlas nuevamente. El problema y la razón del preámbulo, es que tengo que juntar fuerzas para explicarle los motivos por los cuáles la nueva película de Zack Snyder no cumple las expectativas, y eso es muy difícil.
Es difícil porque a esta altura resulta impensable que una película que tiene al mejor Batman de la historia del cine (no exagero, lo de Affleck es soberbio) peleando contra el único Superman que puede entrar con el disfraz al congreso de los Estados Unidos y no parecer tarado, no sea una absoluta fiesta. Batman vs Superman debería haber sido perfecta, debería haber sido la celebración de un nuevo ciclo, pero no lo es.
Tampoco quiero asustar a nadie, la película no es mala y supera con creces a la Superman de Snyder. El film redondea bien y sirve como un buen muestrario de las cartas con las que DC piensa jugar su universo cinematográfico los próximos años. Esas cartas, esos momentos en donde empezamos a intuir para que lado va a armarse la curva de los próximos films, son hermosos porque tienen una sólida base de lo mejor que dieron los cómics modernos (desde Dark Knight Returns de Miller hasta Injustice: Gods Among Us). Batman vs Superman tiene algunos momentos que nunca pensé que iba a ver en cine y eso aumenta aún más la confusión sobre que pasó en la mesa de montaje de esta película. La edición es mala y la narrativa (quizás producto de esa edición, quizás al revés) se ve seriamente afectada. Todo está muy batido en la película, hay una necesidad absurda de insertar una decena de cosas que no eran necesarias y eso, sumado al tono de gravedad al que nos tiene acostumbrados Snyder, hace que al relato le falte oxigeno.
Por otro lado, la construcción temporal es a veces incongruente y en el afán de generar ritmo por medio de elipsis no definidas correctamente se termina perdiendo la progresión dramática. Nolan le imprimía un buen ritmo narrativo a sus Batman pero no consideraba al plano como portante de valor cinematográfico por si mismo, lo suyo era la puesta en serie. Snyder, por su parte, tiene un ávido manejo de la composición simbólica de los planos pero no demuestra pulso narrativo.
Es inentendible que la película que tiene al mejor Batman de la historia del cine, no sea la mejor película de superheroes de la historia.
El film, luego de los créditos, empieza con los sucesos ocurridos al final de Man of Steel desde la perspectiva de Bruce Wayne. En pocos segundos vemos a un gerente de una financiera quedarse en un edificio a punto de ser destruido como si fuera el conductor de Titanic mientras le pide a Dios piedad por su alma. Luego de eso, Wayne va a salvar a una niña antes que una viga en forma de cruz la aplaste. Todo esto está organizado a la perfección en una película que plantea que Superman está tomando el lugar de Dios y que por eso es necesario detenerlo. No hay nada como eso en ninguna Nolan, pero tampoco hay nada en Batman vs Superman que recuerde a ese montaje paralelo de The Dark Knight que termina con la conversión de Harvey Dent en el Dos Caras. Cuando ambas cosas se unan, vamos a tener LA película de DC.
Otro factor, no menos importante, que reduce la efectividad de la experiencia con la película es que casi todos los hechos (a excepción de uno) y momentos relevantes, ya sea por su intensidad dramática o por su contenido informativo, estaban presentes en alguno de los diferentes trailers y avances del film que se publicaron durante los meses previos. Muchachos, entendemos que su trabajo es vender, pero por favor, no revelen tantos detalles en los avances porque la película se queda sin sorpresas y eso no la ayuda para nada.
De este film nos queda un Batman que entiende a la perfección al personaje, uno de los Lex Luthor más poderosos que tuve la oportunidad de ver y un montón de buenas ideas que esperanzan respecto al camino que DC eligió tomar. Pero no hay mucho más que buscar, las mejores transposiciones de cómics en DC están en su división de películas animadas. Ahí está la esencia de La Liga de la Justicia y de Batman. Y la mejor adaptación live action de cómics actualmente está en lo que Marvel está haciendo para Netflix de la mano de Drew Goddard. Ese tipo, con Daredevil, demostró entender el camino que pretende seguir DC mucho mejor que cualquier otro, y está trabajando para Marvel.
Hay dos clases de espectador que van a ver este Jueves Batman vs Superman: Unos van a quedar decepcionados porque van a quedarse afuera de mucho de lo que pasa. Los otros, van a quedar decepcionados porque conocen la materia prima de donde parte y esperaban que el primer puntapié para La Liga de la Justicia esté a la altura.