Hoy llega una de las películas más esperadas por los fanáticos del comic, Batman vs Superman: El Origen de la Justicia de Zack Snyder. Un intento de emular el universo compartido en el cine de Marvel, ahora por DC Comics.
Batman vs Superman: El Origen de la Justicia comienza donde terminó El Hombre de Acero, haciendo algunos ajustes de montaje; el film cuenta como Bruce Wayne llega a Metropolis intentado rescatar a los ciudadanos de una ciudad destruida por la pelea entre Zod y Superman.
De allí, la historia se mueve entre los origenes del hombre murcielago y los conflictos que tiene que afrontar Superman y su responsabilidad en la tierra. Los intereses de ambos personajes se ven en pugna a medida que avanza el film hasta el esperado enfrentamiento.
Batman vs Superman: El Origen de la Justicia presenta algunos puntos a favor y otras en contra. Por un lado, la expectativa de ver por primera vez el universo DC mezclado en la pantalla grande era muy alto, aquí vemos a Batman, Superman y una pequeña (pero lograda) participación de Wonder Woman. Jesse Eisenberg personifica a un extraño Lex Luthor, alejado completamente del trabajo de Gene Hackman o Kevin Spacey.
Dejando Henry Cavill como el hombre de acero, Ben Affleck personifica un amargado y desconfiado Bruce Wayne, alejado de todas las interpretaciones que hubo del enmascarado; incluso la de la última película de Nolan. El problema reside que entre tantos efectos visuales, cuando se pone la mascara el actor desaparece y entra en juego el superheroe. Todos dirán ¿pero esto es una película basada en comics, es lo más común? Y aquí reside la diferencia con la construcción de los personajes en la trilogía de Nolan; en donde la narrativa del cine tomaba poseción del comic; y aquí Snyder hace del cine una sucesión de viñetas, muchas veces inconexas.
La adaptación y paso de formatos, nunca es una tarea sencilla. Ni de la literatura al cine, ni del comic al cine. Zack Snyder había transpuesto la obra de Frank Miller, 300; con una ingeniosidad, que después se convertiría en su marca de autor (sus constantes cámaras lentas). Pero mientras que la novela gráfica de Miller era grandilocuente y contaba un suceso de proporciones épicas, en Batman vs Superman: El Origen de la Justicia no funciona de la misma manera.
El film se divide en dos grandes partes, y se recalca más por su extensa duración. Por un lado tenemos la aparición de personajes y guiños al comic de DC y por el otro, el esperado enfrentamiento entre los protagonistas. La primer parte funciona, por momentos, para ir avanzando en la trama; aunque muchas veces es un constante recordatorio que estamos ante el inicio de una serie de películas; ejemplo de esto son apariciones de personajes y eventos que quedan sobre entendidas y vagos en la historia (si no son seguidores de los comics quedaron a fuera) y una seguidilla de frases armadas parecidas al: “esto es solo el comienzo”.
La segunda mitad, es el enfrentamiento entre Superman y Batman; y posteriormente la ayuda de Wonder Woman para enfrentar a Doomsday. Desde lo visual, estos 20 minutos no tienen reproche. Nuevamente Snyder hace uso de los efectos y la cámara lenta para presentar una historia. La música de Hans Zimmer y Junkie XL esta correcta a lo que se intento hacer con el film; pero de ninguna manera podría compararse al trabajo que el compositor hizo con Nolan.
Finalmente, cabe destacar que la mano de Marvel/Disney en los films de su franquicia se nota cuando mueve sus hilos, el elemento de cada director está presente cuando se ven películas tan dispares como Los Vengadores, Guardianes de la Galaxia o Ant-Man. Pero los hilos que la productora articula unen toda la historia.
Warner/DC recién arranca su idea, y su apuesta ha sido fuerte anticipando tantos estrenos hasta el 2020. Aunque parece que no se le puso una correa muy fuerte a su director, y este hizo lo que quería hacer. Y a pesar que él mismo, vuelve a dirigir la primer parte de La Liga de la Justicia; el tono va a diferir mucho en otros films planeados de la saga como El Escuadrón Suicida de David Ayer, Wonder Woman de Patty Jenkis o Aquaman de James Wan.