El libre albedrío de los dioses
Se estrena "Batman Vs Superman". Si bien por momentos es dispersa, en sus dos horas y media de duración habrá acción, épica, e inquietud. Con Henry Cavill, Ben Affleck y Gal Gadot, como "La Mujer Maravilla".
Tanto divierte ver las consecuencias que pueden crear dos grandes, indiscutidos e irrepetibles, que nos encanta su lucha, vista desde afuera y sin conflictos que nos rocen. Los más ajenos a los comics de DC o algún conocimiento sobre películas de superhéroes quizás esperen una resolución salomónica sobre quién vive y quién muere en este duelo.
Sin embargo, esa apuesta es lo menos importante de este filme, a pesar de que en efecto veremos la pelea entre el hombre de Metrópolis y el de Ciudad Gótica. Y, aunque, que creamos que la aventura será apoteótica, es el nacimiento de una saga desde el título “Dawn of justice”, (“El amanecer de la justicia”) en referencia a la famosa Liga de la justicia y por lo tanto debemos referirnos a este episodio como tal.
En ese caso, el inicio del filme muestra retazos del pasado de los hombres de capa y rápidamente vemos las diferencias que ellos creen tener debido a la destrucción que producen sus heroicas hazañas. La premisa es la incertidumbre de saber si un hombre indestructible, que puede destrozar el planeta, no pondría de rodillas a la humanidad y sólo dependeremos de su voluntad de ser bondadoso. El cuestionamiento es obviamente sobre las intenciones de Superman (Henry Cavill). El choque Del lado “humano” y como brazo de la ley, está Batman (Ben Affleck), que será el primero en poner en duda a su colega, lo que abrirá el juego entre los “supercontrincantes”. Si bien por momentos es dispersa, en sus dos horas y media de duración habrá acción, épica, e inquietud. Sale muy bien parado Affleck, que a pesar de su inhabilidad para interpretar es un gran “Batman”.
Por su parte, Cavill logra, gracias a los nuevos conflictos que se le presentan, que su “Superman” deje de ser aburrido. El villano Lex Luthor (Jesse Eisenberg) parece forzado a mezclar su inteligencia maléfica con varios problemas mentales, como si necesitarán el espíritu de Guasón para hacer más carismático el mal, en un intento que va hacia mal puerto. De lo mejor del filme también debe nombrarse a la introducción de la Mujer Maravilla (la bellísima Gal Gadot) que es una gran brisa de aire fresco a medida que la película crece. No es determinante su aparición pero hace que disfrutemos más el último tramo y no se convierta en una superproducción monotemática. Con muchos ítems que manejar, el director Zack Snyder tambaleó en algunos pero hizo un gran trabajo en general.