"Desde las sombras"
Por Denise Pieniazek
Desde fines de los ´80 en adelante cada vez son más frecuentes las transposiciones cinematográficas de Batman porque, aunque pasen los años, la popularidad del superhéroe enmascarado sigue vigente atravesando distintas generaciones. En esta ocasión Batman (The Batman, 2022) posee un tono sombrío distinto a las versiones anteriores que debido a su enunciación lo acercan al estilo del género cinematográfico del Film-Noir. La acción comienza in medias res con un Bruce Wayne (interpretado por Robert Pattinson) que ya hace dos años que ha desdoblado su vida para personificar a Batman. El superhéroe trabaja en conjunto con el Comisario Gordon (Jeffrey Wright) con el objetivo de combatir a los criminales que invaden a una ciudad Gótica sumergida en la delincuencia. En consecuencia, el dueto funcionará como un par detectivesco que intenta atrapar al villano de turno, “El Acertijo” /The Riddler (Paul Dano), quien va dejando pistas en las escenas del crimen.
Al respecto es pertinente recordar que la primera publicación del comic de Batman, creado por el ilustrador Bob Kane y el escritor Bill Finger se publicó en el ejemplar Nº27 de Detective Comics en 1939. Finger, mencionó que "Batman fue escrito originalmente al estilo de los pulps". Como es sabido la literatura Pulp tuvo gran influencia en el género cinematográfico del Film-Noir, lo cual evidencia que el guión coescrito entre Matt Reeves y Peter Craig, retoma esta particularidad de la historieta. En adición, el director Matt Reeves expresó abiertamente que se inspiró mucho en la versión del comic realizada por Frank Miller, “Batman: Year One” (1988), lo cual resulta evidente en el gran trabajo de composición y encuadre semejante a las historietas, que logran producir gran deleite visual para el espectador.
Asimismo, el objetivo de Reeves era que Gotham City sea en sí misma un personaje, un elemento más de la trama. En ese universo ficcional esta vez, Batman es representado psicológicamente como “roto”, pesaroso y avocado a su deber social. En dicho sentido la caracterización física de este nuevo Batman remite a el aspecto del protagonista de El Cuervo (The Crow, 1994), ambos relatos basados en comics donde sus personajes masculinos buscan venganza y cuyas transposiciones cinematográficas inician la acción en Halloween, y donde los tonos rojizos y cielos anaranjados se destacan. Igual de sombrío será su espacio que acompaña la psicología del personaje, Wayne/Batman habita en una mansión grandilocuente de estilo gótico. Hay una mezcla visualmente interesante entre la antigüedad del decorado y la utilería, entre la tecnología analógica y la tecnología de avanzada utilizada por el protagonista para monitorear la ciudad. De igual modo, la arquitectura de ciudad Gótica fusiona una esplendorosa metrópolis moderna con transportes públicos al estilo neoyorquino de los ´70. Es decir, que la estética que mezcla los transportes públicos al estilo de Guasón (Joker, 2019), y lo putrefacto de esa sociedad -algo que este largometraje ya tomaba de Taxi Driver (1976) y otros filmes de esa época- y en cuanto a lo grandilocuente de los rascacielos algo de las dos Batman dirigidas por Tim Burton, pero con el tono lúgubre y profundo de la saga de Christopher Nolan.
Sin embargo, una de las particularidades de Batman (2022) reside en representar personajes más terrenales y alejados del universo fantástico. De este modo el relato nos presenta un Batman más humano, y lo mismo se traslada al resto del esquema actancial, otorgándole al relato un tono más “realista” que difiere de lo característico del género de superhéroes. Debido a ello, a diferencia de otras entregas anteriores, aquí la narración no se preocupa por justificar de forma sobrenatural los orígenes ni de Gatúbela (Zoë Kravitz), ni de El Pingüino (Colin Farrell). Lo cual también resulta perjudicial porque quizás es por ello que ambos personajes carezcan de potencia.
En adición, otro elemento cuestionable es que, al incluir tantos personajes emblemáticos, como se dice popularmente “quien mucho abarca poco aprieta”. A pesar de expresar con claridad una crítica hacia esa sociedad putrefacta, a sus instituciones corrompidas y novedosamente cuestionar el carácter de la familia Wayne, al ampliar tanto el grupo de villanos -El Acertijo, El Pingüino y Falcone (John Turturro), éste último como representante de la mafia italiana- ninguno de ellos resulta lo suficientemente sólido, porque lo importante no es la cantidad, es la calidad. Además, son inevitables las comparaciones de la construcción de “El Acertijo” con el Guasón interpretado por Heath Ledger en The Dark Knight (2008), ya que, si bien aquí el Acertijo se mantiene en el anonimato y oculta su rostro, también realiza un juego perverso con el fin de exponer una tesis social. Por supuesto, esta entrega si bien es correcta no llega a superar el nivel de excelencia de las entregas de Nolan, ni tampoco las actuaciones llegan a ser tan sorprendentes. Al igual que las masas del relato empatizaban con el Joker (interpretado por Joaquin Phoenix en 2019) al imitarlo, algo similar sucederá aquí con parte de los ciudadanos de Gótica con El Acertijo.
En conclusión, en Batman (2022) si bien es notable la búsqueda de un estilo y tono propio, la película cumple, pero no sorprende. Honestamente se encuentra injustificada su extensa duración de tres horas respecto a lo reiterativa que parece ser la trama, lo cual evidencia mal manejo de la síntesis. Aun así, Batman (2022) es entretenida, y posee un gran manejo estético y técnico. Atentos sus fanáticos ya que como es usual en el género hay una escena extra previo a los créditos finales, que deja las puertas abiertas para una posible secuela. Quizás por eso, a diferencia de las entregas anteriores hay una elección de una generación de actores más jóvenes para los personajes principales (Pattinson, Dano, Kravitz). Por otro lado, ya fue anunciado que Colin Farrell repetirá personificar a El Pingüino para una serie Spin-off, que aún no tiene título, su estreno está previsto para el 2023 en la plataforma de streaming HBO Max.