FILME: “THE BATMAN”
Esta nueva incursión, traslación, del comic al cine sobre el súper héroe sin súper poderes, tiene otra impronta respecto del personaje, no soy un experto en esto, pero no hay muchos en esta categoría ¿El avispón Verde?, se aleja mucho de la versión “romántica”, retoma la variable detectivesca del personaje.
Este filme tiene como sustento su estructura de policial negro, hay muchos puntos en común con clásicos de este genero, principalmente y a partir de su desarrollo a “Seven” (1995) y “Zodiac” (2007).
También perpetra en cuanto construcción de su personaje principal a muchos elementos que lo podrían establecer como un thriller psicológico, elementos que deberían apoyarse en acciones, emociones, que lo sustenten desde el desarrollo del personaje. El arco que atraviesa a lo largo de los interminables casi 180 minutos, parece ser importante, pero a partir de la actuación se percibe casi nulo.
Sin embargo desde el inicio del relato, en que nos ubican en Ciudad Gotica y abre el plano, nos encontramos en NuevaYork, desde la imagen mas icónica de La Gran Manzana.
Hasta ahora la visión de esta ciudad Gotica pensada e implementada por Tim Burton en 1989 no ha sido, ni de cerca, emulada.
El relato comienza dos años después que Batman hace su aparición como justiciero o vengador, vuelve a operar en una Ciudad Gótica corrupta, cumpliendo en este caso esas funciones detectivescas.
Contando en principio con la inestimable ayuda del comisionado Gordon (Jeffrey Wright).
Una serie de asesinatos, las victimas son principalmente personajes de la política y el poder, ocurren y en todos ellos hay una misiva para nuestro héroe en formato de acertijo.
El transcurso de las investigaciones sirven al director, además de adentrarse en el género elegido, para anunciar a muchos de los personajes que conforman el universo de Batman.
Así nos presentan a Alfred Pennyworth (Andy Serkis) en un rol mas paternalista que de mayordomo.
Selina Kyle (Zoë Kravitz) en el filme es promovida, presentada como la vengadora, todavía no es gatubela, aunque siempre este rodeada de esos felinos, quien se configura como otro personaje que secundará a Batman, pero con razones históricas y personales mas que en busca de justicia.
El Acertijo (Paul Dano) es presentado mucho antes que mostrado, con las misivas que involucran al héroe con rasgos de desafío. Dano se sumerge en este asesino perturbado pero genial con una credibilidad espeluznante. Oswald Cobblepot (Colin Farrell) es el pingüino, aunque todavía sin la galera y bastón bajo una cantidad de prótesis que hace imposible reconocer al actor irlandes.
Estos tres actores con sus actuaciones se suben al podio en este rubro, sin dejar de lado al mafioso Carmine Falcone en la piel de John Turturro y al fiscal Gil Colson interpretado por Peter Sarsgard.
No es una historia del origen de Batman. Reeves es consciente que sabemos que Thomas y Martha Wayne están muertos, asume correctamente que no necesitamos ver a Bruce siendo testigo del asesinato de sus padres.
En cambio, nos sumerge directamente a la asociación entre vigilantes y detectives de Batman y Jim Gordon
Que la historia transcurra en una semana y siempre de noche es casi una declaración de principios respecto de la actuación de Robert Pattison, se podría decir que el actor ingles esta perfecto en el papel, cuando en realidad debería decirse que el personaje así escrito por el director es perfecto para el actor.
Tiene a lo largo todo el filme un gesto único, no hay variables, ni siquiera cuando aparece como Bruce Wayne, que son pocas por suerte. En esa impronta más de joven conflictuado que de rico play boy, instalado a partir del maquillaje y el peinado, no por la performance actoral.
No hay casi escenas de luz día, ni de exterior ni de interior, sin embargo Robert Pattison parece estar temeroso que un rayo de sol lo haga brillar y lo descubran, de hecho los vampiros son murciélagos.
Ni siquiera hay cambios en el registro de esa voz gutural que le imprime el actor, aunque por momentos se siente más un trabajo de estudio de grabación, no es que se perciba demasiado despegada de la imagen, pero si algo similar o de ese orden.
Este hecho no va en desmedro del diseño sonoro y el montaje del mismo, de muy buena factura, sumado a la banda de sonido que se apoya en el muy buen concepto de Michael Giacchino, generando climas, a veces de manera empática y otras contrapuntisticas.
Incluyendo además el tema “Something in he Way” de Nirvana. ¿habrá tenido alguna influencia la imagen icónica de Kurt Cobain en la idea de este Bruce Wayne?
El lúcido contraste de saturación y oscuridad del director de fotografía Greig Fraser evita que sea monótono, una paleta en negro y rojo, mas en tonos pasteles que brillantes.
Hasta los interiores esta muy poco iluminados dando cierta continuidad a las acciones del héroe.
El aspecto puede ser estilizado, pero el director y co guionista Matt Reeves ha intentado impregnar la trágica historia de Wayne con una veracidad descarnada.
Todo parece conformar un buen producto, sin embargo las extensas casi 3 horas de duración, con sus giros, por demás previsibles, por momentos la ausencia de progresión dramática, sobre todo desde las acciones, producen hartazgo esperando que de una vez por todas aparezca la palabra FIN.
Calificación: Regular