Baywatch: Tratando de mantenerse a flote.
Siguiendo la tendencia de revivir productos exitosos del pasado, llega esta semana la adaptación en clave paródica de Baywatch, una de las series icónicas de los ’90.
En la TV, los guardavidas que caminan en slow motion tuvieron su primera aparición en 1989 con una temporada bastante olvidable que llevó a la serie a ser cancelada debido a los bajos raitings. Sin embargo, un año más tarde David Hasselhoff (protagonista de la serie), que venía de triunfar en Knight Rider, decidió cargarse el proyecto al hombro y actuar como productor ejecutivo, así fue como el proyecto comenzó un cambio de rumbo, extendiéndose a 11 temporadas y con algunos spin offs y películas para tv. La serie se convertiría en un verdadero fenómeno de la cultura popular.
Como en Hollywood siguen tratando de aprovechar fórmulas exitosas del pasado, en esta oportunidad le toca a Baywatch la de sumarse a la larga lista de célebres programas televisivos en ser llevados a la pantalla grande. No obstante, la cinta de los bañeros se suma a ese selecto grupo de films que deciden optar por un camino paródico o de comedia en lugar de respetar el verdadero tono de la serie. Lo pudimos ver con resultados diversos en las adaptaciones cinematográficas de Starsky & Hutch (2004), 21 Jump Street (2012), Dukes Of Hazzard (2005) y CHIPS (2017).
Seamos realistas, ir a ver Baywatch y esperar una obra maestra sería un pensamiento irreal y cargado de hipocresía. Partamos de la base de que el relato está cimentado en torno a una serie de TV mediocre y extremadamente ridícula de los años 90, donde los “guardianes de la bahía” tomaban un rol que excedía a sus capacidades y jurisdicciones. Es por ello que en esta ocasión el tono paródico es acorde a la situación de adaptación y se siente de alguna manera justificada. Esto quizás tenga que ver con la buena lectura de la situación y del género que hace el director, Seth Gordon (Horrible Bosses).
El film en sí es un conjunto de estereotipos de la serie, algunas secuencias cargadas de acción y una catarata de gags, algunos de los cuales dan en el blanco, otros fallan en el intento y unos tantos podrán ofender a varios sectores del público. Todo este combo es empleado en función de la comicidad. Los mejores momentos se darán entre el personaje de Dwayne ‘The Rock’ Johnson (Rapidos y Furiosos 8) y Zac Efron (Hairspray, High School Musical), a quienes se los ve muy cómodos en la comedia.
La historia que se nos propone es sencilla, Mitch Buchannon (Johnson) deberá admitir en su grupo de socorristas a un nadador olímpico bastante fanfarrón (Efron), y juntos descubren una trama delictiva (drogas y corrupción) que amenazan el futuro de sus trabajos y de la bahía en general.
Un aspecto que le juega a favor a la narración tiene que ver con el empleo del metacomentario para justificar varios momentos inverosímiles del film. Es así como el personaje de Zac se pregunta: “¿No deberíamos llamar a la policía? Esta investigación parece un elemento de un forzado show de TV.” O cuando el personaje de Alexandra Daddario (San Andreas, Percy Jackson) cuestiona: ¿Por qué parece como si estuviera corriendo en Slow Motion?
Baywatch es aquella propuesta que fue encontrada en el cajón de los recuerdos y revivida debido al factor nostalgia del film. Sin embargo, al reírse de sí misma, contar con un elenco capaz de funcionar (por momentos) en la comedia y con la presencia de un director que tiene lexperiencia en este tipo de largometrajes, la adaptación de Guardianes de la Bahia se ve menos forzada que varios reboots de este tipo.
No obstante hubiese estado bueno ver al personaje de Daddario y al de Kelly Rohrbach abocados más a la comedia, en lugar de ser simplificadas como “las guardavidas sexy”. Dejando de lado algunos aspectos escatológicos, chabacanos y vulgares de la cinta, uno puede disfrutar de algunos momentos de este relato.
En resumen, nos encontramos ante una película totalmente innecesaria que dentro de ese catalogamiento logra divertir al público a pesar de las inconsistencias narrativas. Como parodia funciona y en definitiva ese era su objetivo. Baywatch es el típico film que uno ve en la TV un domingo a la tarde, del cual no espera absolutamente nada, pero que logra hacernos soltar un par de carcajadas.