Perdidos en la playa
En "Baywatch" sigue al devoto salvavidas Mitch Buchannon mientras se enfrenta con un nuevo recluta bastante atolondrado. Juntos, descubren un plan criminal que pone en peligro el futuro de la bahía. La comedia de acción entretiene en justa medida, pero se queda a medio camino a la hora de decidir si le rinde pleitesía a la serie original o se burla de ella.
Mitch Buchannon vuelve más fornido, pelado y morocho en esta adaptación de "Baywatch" a la pantalla grande, pero no sólo de cambios físicos se trata el asunto. También se lo ve chistoso, duro pero bondadoso como héroe militar sabio, y bastante soberbio.
En el filme que juega con la nostalgia de los criados en los 90, la historia comienza y termina con el líder, "teniente" (Dwayne Johnson), de los guardavidas más famosos, que reaparece en las playas para enfrentarse a un narcotraficante de drogas que se metió en su territorio, es decir, la porción de arena que separa la ciudad del océano. Para ello, lo acompañan las bellas Stephanie (Ilfenesh Hadera) y CJ (Kelly Rohrbach), que sí sería la misma que interpretó la legendaria Pamela Anderson en la época dorada de la serie. Al comienzo del filme, se elige a los nuevos aspirantes a guardavidas, Summer (Alexandra Daddario) y Ronnie (Jon Bass), pero para ponerles adrenalina a los días playeros, Mitch tendrá que lidiar con Matt Brody (Zac Efron), un campeón olímpico de natación que no entiende de reglas y trabajo en equipo, principios fundamentales para el jefe. Mientras intenta que los nuevos e inexpertos se adapten al trabajo, Buchannon irá tras la millonaria Victoria Leeds (Priyanka Chopra) por creer que está relacionada (instinto de guardavidas será) con la aparición de unos paquetes de droga en la costa que él debe cuidar.
La comedia de acción entretiene en justa medida, pero se queda a medio camino a la hora de decidir si le rinde pleitesía a la serie original o se burla de ella, siendo más efectiva en el segundo caso. Por desgracia, La Roca termina convirtiendo la clásica historia de playa en una más de su universo, ese en el que Johnson es un omnisciente y todopoderoso ser, comiéndose la propuesta con su estilo. En un esfuerzo sobrehumano por crear running jokes (chiste que se repite muchas veces) y otros gags en el guión, parecen querer que olvidemos pésimos efectos especiales, robos a mano armada a comedias clásicas (una escena de cinco minutos de un pene atorado es algo que ya se vio en "Loco por Mary") y secuencias de acción y persecución exageradamente infantiles.