Un siglo después de la muerte de Andrés Bazán Frías, los internos del penal de Villa Urquiza deciden formar parte de un taller para representar la vida de este "Robin Hood tucumano". Andrés Bazán Frías nació en el barrio Los Siete Lotes, Villa Alem, en San Miguel Tucumán a finales del siglo XIX. Rodeado de pobreza, comenzó a robar comida para repartir entre la gente de su barrio. Por un asesinato fue condenado a prisión. Cansado de las brutales palizas, logró una impensada peripecia: escapar de la cárcel. En 1923 fue asesinado por la policía cuando intentaba trepar un muro del Cementerio del Oeste.