El Sargento Pepper entre los fiordos
Hay un momento emocionante que todo aquel que haya crecido escuchando la música de los Beatles entenderá perfectamente. Es cuando un chico saca de su funda el vinilo de "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band", lo pone en la bandeja del tocadiscos, y mira ansiosamente la púa recorriendo el primer surco, para empezar a escuchar no directamente una canción, sino una serie de ruidos de murmullos e instrumentos afinándose, breve prólogo sonoro de tema que da su nombre a esa obra maestra del flower power.
Más allá de las diferencias particulares del descubrimiento de los Beatles por unos chicos de Oslo hacia 1967, es fácil identificarse con ese tipo de situación, que es la sal de la vida beatlemaníaca. Pero, por otra parte, el que vaya a ver esta película noruega guiado por el nombre de la banda de John, Paul, George y Ringo, se quedará bastante defraudado en cuanto a que, si bien la historia cuenta el aprendizaje y crecimiento de unos adolescentes que quedan subyugados con los Beatles, al punto de soñar con que ellos mismos son los fabulosos de Liverpool, en realidad no hay mucha más beatlemanía para sostener semejante título.
El bestseller de Lars Saabye Christensen en el que se basa la película es una de las novelas mas celebradas de la literatura escandinava contemporánea, y tal vez leyendo el libro el asunto quede un poco más justificado. E incluso la trama resulte más fluida, original y verdaderamente sustanciosa. Pero la película, aunque bien filmada y, por momentos, muy bien actuada por el elenco de jóvenes noruegos totalmente ignotos fuera de su tierra, "Beatles" muestra situaciones bastante remanidas sin mucha audacia, humor o color local que la vuelva verdaderamente atractiva.
Hay algunas picardias propias de la edad de los personajes que sazonan un poco la historia, pero teniendo en cuenta la industria del erotismo y la libertad sexual propia de la sociedad escandinava, sobre todo hacia fines de los '60, la película parece recatada, y se queda corta en casi todo sentido. Salvo en la duración, ya que el ritmo lento narrativo provoca que sus 111 minutos de duración parezcan mas largos.