El amor y dolor más profundo
¿Cómo acompañar y tratar de salvar a tu hijo de 18 años que está sufriendo una adicción sin control a las drogas?. Felix Van Groeningen (Alabama Monroe) dirige una película muy emocional basada en la historia real de David Sheff con su hijo Nick Sheff, con la fuerte presencia actoral de Steve Carell como el padre y con la gran promesa de estos últimos tiempos, Timothée Chalamet, como el atormentado joven.
En el inicio de la película ya comenzamos viendo en un primer plano sin cortes al personaje de Carrrell, diciendo que quería contar una historia a un prestigioso diario, ya que él era un escritor freelance, y cuando le preguntan ¿sobre qué? El responde “Sobre mi hijo Nick Sheff” con un gran pesar en su mirada. Y así le va comentando que su hijo sufre una terrible adicción a la metanfetamina, marihuana, cocaína y otras drogas. Así mediante flashbacks vamos conociendo un poco más la relación tan cercana de padre e hijo que habían formado con el tiempo, con una infancia del joven condicionada con una separación y de múltiples despedidas con su padre para que así pueda ver a su madre también.
La película llena de golpes bajos emocionales, nos retrata a un padre tratando de reconocer a la persona que alguna vez fue su hijo; una persona donde había depositado sueños como recibirse de la universidad o crear una familia. Pero en vez de tener un futuro prometedor, se encontraba sumido en una fuerte adicción a las drogas más mortales conocidas. Aquí podemos resaltar el gran trabajo de Steve Carell, que logra transmitir la angustia, rabia e incertidumbre que el personaje va atravesando de una manera excelente. Hay una escena crucial en la película donde él está hablando de una manera diferente a la que lo venía haciendo con su hijo sobre sus adicciones, que de verdad logra romperte el corazón y que además tengas o no tengas hijos te hará sentir lo que es atravesar un momento como ese.
Lo de Timothée Chalamet es para párrafo aparte la verdad, ya que su actuación es impresionante. Luego de su exitoso papel como Elio en la película Call Me By Your Name, aquí regresa a traernos otra performance increíble, donde logra conservar su carisma y frescura pero que a la vez nos hace creer y sentir los demonios que está atravesando su personaje. Tiene un par de escenas muy buenas y nos hace ver lo difícil que es para un adicto salir de ese mundo aunque recurra a la rehabilitación.
La ida y venida de los flashbacks por momentos le resta bastante a la narración de la película, y por eso tal vez la sentirás un poco estirada y también con falta de ritmo. Ese es el gran error de esta propuesta, se podría decir, porque a veces te hace creer que está por finalizar pero de repente viene un recuerdo y vuelve a introducirnos en aspectos ya contados de la película.
Sacando eso, Beautiful Boy: Siempre serás mi hijo, es una película importante para que los jóvenes de hoy en día la vean y pueda ayudar a que puedan evitar involucrarse en ese tipo de actividades, y además se trata de una propuesta cinematográfica con actuaciones apabullantes con un Carell y Chalamet impecables. Llevate pañuelitos porque los vas a necesitar.
Una increíble, emocionante y cruda historia de vida real traída al cine con actuaciones impecables. Steve Carrell y Timothée Chalamet logran una química actoral brillante.