Beautiful Boy ofrece una mirada que nos dice que la vida de las personas no gira siempre alrededor de alguna obsesión.
Podríamos estar ante ese objeto tan peligroso: la fábula aleccionadora que dé sentido (aparente) a lo que sale la entrada de cine. Por suerte, si bien en parte este film sobre un padre y su hijo peleando contra adicciones no carece del costado aleccionador y de momentos de dedito levantado, también es otra cosa: una mirada que nos dice que la vida de las personas no gira siempre alrededor de alguna obsesión. Carell quizás se pasa un poco en mostrarse como un “tipo normal, común y corriente”, pero la película funciona.