Detrás de cada hombre
Película rara en todos los sentidos. Nunca se sabe bien qué es lo que narra, cuál es su objetivo, cómo planea conseguirlo, para qué sucede tal cosa o, en todo caso, cuál es el propósito de los acontecimientos. Basada en la novela de Guy de Maupassant, "Bel ami" presenta todos los problemas de las adaptaciones literarias: no hay vida en las actuaciones, las escenas se suceden sin un rumbo claro, etcétera. Si no fuera por el gran calibre del elenco y la hermosa puesta en escena, la película carecería de valor.
Cuando uno está viendo la película no puede dejar de pensar que está ante una versión infantil de la adultez. Se habla de romance, sexo, poder, política, economía, pero siempre de la manera más superficial posible. Nunca con profundidad. Aunque cada personaje tiene sus complejos y ambigüedades, e incluso la historia tiene aristas sumamente interesantes, todo parece ser transportado al mundo del cliché y, por ende, cualquier intento de originalidad o creatividad desaparece por completo. Lo único que queda es un relato vacío y sin fuerza.
Sin embargo, lo más preocupante de toda la producción es la falta de un hilo conductor claro y definido que delinee el andar de sus protagonistas. Todo se sucede sin que el espectador tenga una noción clara de porqué le debe importar que pase tal o cual cosa. Incluso, la película también carece de conflicto alguno. La sinopsis, habla de la disputa entre la moral y el beneficio personal, pero en ningún momento se sienta la base de que el protagonista tenga algún tipo de escrúpulos. Por lo tanto, si nunca se sabe que busca el personaje principal y ni siquiera se tiene claro cuál es el obstáculo que debe enfrentar para conseguirlo, cómo van a pretender que el espectador se sienta atraído por esta película.
Lo único destacable de la película es el nivel interpretativo de los actores, con picos en las actuaciones de Uma Thurman y Chirstina Ricci, el impresionante despliegue visual y ambientación de la época y, aunque parezca mentira, el cuento original que se narra. El relato de cómo el protagonista asciende los estratos sociales es apasionante, lástima que como cualquier historia, sin importar que tan buena sea, siempre va a depender de la habilidad del narrador.