Robert Pattinson saltó a la fama por su composición de un vampiro de corazón tierno en la saga “Crepúsculo”. Esa mezcla de ángel y demonio rindió sus frutos y acá lo vemos como Georges Boroy, un joven ambicioso que arriba a París desde Argelia, donde tuvo tarea activa en el ejército por dos años. Apuesto, seductor, Georges conoce sus encantos y los usará para ascender vertiginosamente en la escala social. El film pretende ser una actualización en versión muy libre de un clásico de Guy de Maupassant. Los personajes femeninos constituyen piezas claves para el irresistible ascenso de Boroy en los niveles de poder de la clase alta francesa. Se destaca la estupenda Kristin Scott-Thomas, verdadero prodigio de sutileza y encanto. A Pattinson le falta todavía recorrido para convertirse en un actor de peso.