Seguramente conocen esta novela, emblemática, de Guy de Maupassant, sobre un personaje de clase baja (soldado desocupado), quien relega sus principios morales y sentimientos en pos de un sostenido ascenso social, usando su belleza como moneda de cambio. La historia de un trepador en un mundo cruel, la sociedad parisina allá por fines del 1800, lugar donde la riqueza era ostensible en algunos sectores y los círculos intelectuales florecían conspirando contra la realeza a cada paso del camino…
Un gran libro, realmente. Ahora bien, Declan Donnellan y Nick Ormerod llevaban tres décadas trabajando en teatro hasta que decidieron dar el salto y animarse al cine. Fundaron una compañía (Chick by Jowl) y se lanzaron a producir un guión para su ópera prima. El resultado es correcto, “Bel Ami” es un film promedio, sin demasiado relieve que se hace fuerte en el carisma de sus protagonistas, más que en la fuerza dramática que logra trasmitir.
Georges (Robert Pattinson), regresa sin gloria ni dinero de Argelia, donde fue soldado. Vive una existencia miserable y cierto día llega a un tugurio donde da con un viejo compañero de armas. Este, lo invita a su casa y lo conecta con otro círculo social: un grupo de mujeres que ostenta mucho poder: Madeleine (Uma Thurman), Virgine (Kristin Scott Thomas) y Clotilde (Christina Ricci), las tres con edades y condiciones distintas, pero atractivas e influyentes en el círculo social dominante en ese momento…
Ya se imaginarán que sucede, Georges, carilindo, será captado por el sistema, se convertirá en amante de alguna de ellas, logrará conseguir un buen trabajo como periodista en un diario e irá modelando un perfil de aristócrata con pocas luces, pero intuitivo y bien conectado. Las mujeres que sucesivamente irán apareciendo en su vida dejarán huellas y el seguirá adelante, tratando de lograr el ansiado ascenso social, alternando malas y buenas decisiones a la hora de resolver algunas cuestiones que se le irán presentando, de orden político y amoroso.
“Bel Ami” (el apodo que una de sus amantes le pone a Georges) es una cinta aceptable, llevadera, que nunca alcanza intensidad ni vuelo (a pesar de algunas actuaciones sólidas) pero que se deja ver. Pattinson es poco expresivo y le cuesta transmitir la fuerza interior de su personaje, en ese sentido cualquiera de las tres mujeres del trío (Thurman, Scott Thoms y Ricci), lo dejan mal parado en las escenas cruciales del film, superando su performance y dejando establecido que todavía tiene un largo camino para consolidarse desde lo actoral.
La puesta en escena y la dirección de arte están cuidadas y todos los rubros técnicos lucen ajustados, acordes al momento histórico que presentan. En líneas generales, una pequeña y aceptable adaptación de un clásico cuya nota saliente es la presencia de grandes personajes femeninos. Esperamos aún el salto de Pattinson como actor de relieve. Seguramente con el tiempo encontrará su lugar, entretanto, lo seguimos esperando (este noviembre con tres títulos que lo encuentran como protagonista)