Belle

Crítica de Leonardo M. D’Espósito - Revista Noticias

El gran tema contemporáneo es, lo hemos dicho muchas veces en este espacio pequeño pero rendidor, el estatuto de la realidad. En el mundo del metaverso (y eso que los argentinos vivimos bastante acostumbrados a meta y meta verso), en el tiempo en el que Matrix ya es realidad, uno se pregunta qué mitos, qué tradiciones todavía tienen peso, si nuestra vida no cambiaría absolutamente cuando podamos decidir vivir en el mundo sensible o en una construcción virtual.

Belle es la historia de La Bella y la Bestia adaptada a estos tiempos: hay una chica que, en el universo virtual, es una ídola pop con cinco mil millones de seguidores, y en ese universo encuentra a su “Bestia”. Es el punto de partida de este animé que no solo es asombroso en cuanto a invención gráfica y complejidad narrativa (sin que eso implique ripios: se entiende todo con claridad meridiana aunque cada personaje tiene más que dos dimensiones) sino que nada de lo que aparece como bello en la pantalla es gratuito.

Lo que el film hace no es adaptar un cuento a épocas contemporáneas, sino preguntarse por la pertinencia de su sentido último. Y nos dice que sí, que sigue siendo pertinente, que ninguna capa de tecnología puede con el cuento de aceptar nuestra parte irracional para ser, paradójicamente, humanos.

OK, si no lo convence esto, vaya igual a ver una de las mejores películas de 2022 por mucho, y sabemos que faltan 11 meses para el final.