La sensación que “Belleza Inesperada” me dejó es que no podría recomendarla bajo ningún punto de vista a muchas personas. Ni siquiera aquellos a los que les guste el drama. Tiene su público selectivo y muchos no sólo saldrán lagrimeando, sino angustiados; el golpe bajo es constante y eso hay que tenerlo en cuenta antes de entrar a la sala.
Vamos por el principio: La nueva película de David Frankel (“The Devil Wears Prada”) gira sobre una base en la que se asientan los personajes que me pareció de muy mal gusto y hasta macabra. Con eso, el accionar de algunos de los personajes me pareció muy feo y me condicionó a que por buena parte del metraje no simpatice con ellos, y estoy seguro que esa no era la idea.
Todos los actores están bien en sus papeles, sobre todo Will Smith, que demostró hace bastante que tiene madera para hacer muy buenos papeles en los que se pueda jugar. Edward Norton, Kate Winslet, Hellen Mirren, todos acompañan bien, pero ninguno sobresale sabiendo lo que se puede esperar de todos estos intérpretes.
El mencionado Frankel dirige bien y pilotea la historia como puede, por suerte no se hace pesada en ningún momento, con lo que suma unos puntos. Lo más negativo del film viene cuando te das cuenta que en vez de estar disfrutando de una buena cinta, estás sufriendo, cosa que no es buena en ningún momento. Se hace muy dolorosa de ver por momentos, haciéndote creer que la intención de los involucrados era bajonearte cuando la estés viendo sólo para valorar lo que tenes.
No recomendaría “Belleza Inesperada” a ninguna persona sensible, a nadie que haya pasado por una situación similar a la de Smith en el film y a nadie que tenga ganas de pasarla bien. No quita que sea una buena película con algunas virtudes, pero que todo lo anterior quede bien claro es más importante.
Puntaje: 3/5