Semejante cast sólo puede significar que –salvo la estrella Will Smith– las caras más conocidas aparezcan de a poquito en la pantalla. Un hombre pierde a su hija, se deprime, sus amigos quieren reconectarlo con la vida pero se aprovechan de él (hay una trama empresarial difusa, casi confusa, detrás) y de pronto aparecen los “momentos de belleza inesperada” que reconectan a todo el cast con la vida, aunque eso implique un guión a puro parche injustificado. Más un flan que un film.