Sí, bueno, Ben-Hur con un protagonista sin carisma. Error gigante. Pero eso no es lo que hace de este film (que dura la mitad que el de 1959 pero parece ser más largo) algo inviable, sino el hecho de que Timur Bekmambetov sea más un creador de “momentos de acción” que un narrador competente, y acá hay toda una novela que requiere interesar al espectador de modo constante. ¿La carrera de cuádrigas? Tanto la versión muda como la de William Wyler tienen mejores.