La idea detrás de "Bepo" es original. Inspirada en el texto de Hugo Nario sobre este personaje, Marcelo Gálvez adapta y dirige una cinta donde la libertad y los espacios abiertos, están en el centro de la escena. Sin dudas, utilizar la figura de "los crotos" para hablar sobre las ideas anarquistas y los ideales de libertad que en los 20' y 30' fueron debate en la sociedad argentina era una propuesta interesante.
Esta es una curiosa (me encantó esta definición de un colega) "rail movie", película de viajes, recorridos y pequeñas historias, donde los personajes pasan gran cantidad de tiempo reflexionando sobre sus intereses e inquietudes, cerca de las vías de un tren.
Este conector de la historia, va enlazando distintos recorridos en la Provincia de Buenos Aires. Bepo (Edgardo Desimone) va desplazandose por escenarios verdes, cielos límpidos y transmitiendo sus ideas acerca de la importancia de respetar el deseo y desafiar, en cierta manera, el orden social. "Hay dos formas de vivirla bien, o quedarse a juntar los desperdicios que caen, o caminándola", se escucha en los primeros minutos.
Toda una declaración de lo que sucederá a lo largo de esta trama sencilla, planteada como una especie de homenaje a la obra literaria. Bepo vive sus días yendo y viniendo de un lugar a otro, y sosteniendo sus ideales, en tiempos donde vivirlos, representaba estar enfrentado abiertamente con la ley.
La película está dividida por frases del libro original, que van delieando una trama, con poca tensión, más allá de su intención didáctica y filosófica.
El problema con "Bepo" es que su universo es demasiado reducido, y al estar toda la acción instalada en paisajes rurales, las acciones pierden fuerza y el conflicto dramático parece no desplegarse con intensidad.
Donde sí el film se luce es en la creación y el trabajo de la atmósfera donde habitan los personajes. Estás en el campo. Y lo sentís. En cuanto al trabajo del actor que lleva el peso de la trama, es apenas correcto, siendo los secundarios, meros oradores de ideas más que polos de atracción y reacción.
En resumen, "Bepo" es una película curiosa, de exploración, sobre una corriente de ideas que tuvo su auge hace mucho tiempo y que se presenta a través de sus personajes.
No alcanza para consolidarse como una propuesta sólida (creo que tiene que ver con la construcción dialógica de la trama, donde nada es demasiado conflictivo), pero ofrece una prolija adaptación de las ideas de Nario, lo cual no deja de ser una cuestión a tener en cuenta.