La historia se cierra con los entretelones del cónclave de 2013, donde un cura jesuita del fin del mundo, hijo de inmigrantes italianos, es elegido Papa y elige llamarse con el nombre de uno de los santos cuya vida le contaba de niño su abuela paterna. El nombre de Francisco resume la vida del Padre Jorge que ha colocado el corazón del mensaje evangélico en su trabajo pastoral: la ayuda a los más necesitados.