Bernarda es la patría

Crítica de Ricardo Ottone - Subjetiva

Los preparativos para una puesta en escena de La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca, constituyen la excusa para que el realizador Diego Schipani, en su primer largo documental, trace un perfil de Willy Lemos, quien protagoniza la obra en el papel de Bernarda y es uno de los pioneros del transformismo en la escena local haciendo papeles de mujer ya desde los años de dictadura. Su vida, su trayectoria y también, indisolublemente ligada a él, la historia del under de los 80 del que formo parte desde sus inicios con Los Peinados Yoli o Besos de Neón y del ambiente gay desde fines de los 70 y los 80. Esto implica de modo inevitable hablar también de la represión en esa escena y en ese ambiente hasta bien entrados los 80 y bien establecida la democracia.

El film de Schipani apela muy poco al archivo, apenas un breve video de una presentación del dúo Besos de Neón, o a las entrevistas, todas agrupadas al principio jugando más bien como introducción. El relato oral entonces queda en manos de Lemos ya no en situación de entrevista sino al mismo tiempo que se suceden otras actividades: en los ensayos, durante las pruebas de maquillaje, en reuniones con amigos. Ahí es donde el protagonista se abre y va dirigiéndose menos al espectador que a su interlocutor del momento, contando sin particular orden episodios de su vida (algunos muy duros, como situaciones de abuso en su niñez), momentos amargos y festivos, los amores, el sexo, su carrera, la persecución, las fiestas clandestinas, la aparición del SIDA o sus viejos compañeros algunos de los cuales ya no están. En algunos casos con añadidos de sus amigos en un tono relajado y cómplice y también situaciones más íntimas donde alcanza un carácter confesional.

Paralelamente asistimos a las audiciones de casting para la obra en el Teatro Margarita Xirgu, llevadas por su director Ariel Farace junto Verónica Llinás (otra figura clave del under de los 80 como integrante de Gambas al Ajillo), al poeta Fernando Noy y el propio Lemos. No parece casual en este contexto la elección de La Casa de Bernarda Alba por lo que significa Lorca como autor homosexual, perseguido y asesinado, así como el hecho de tratarse de una obra sobre la represión de los sentimientos, las apariencias, los deseos aplastados y las ansias de libertad. Al mismo tiempo Lemos va preparando su papel de Bernarda y el realizador se propone un ejercicio que es el de mostrarlo ensayando no en el escenario del teatro sino en contextos periféricos, como los pasillos y las salas de máquinas, en plena calle o un lugar que puede parecer disonante como un estacionamiento pero que en realidad es de lo más pertinente porque en ese mismo lugar es donde funcionó Cemento. El contraste entre un Lemos vestido y maquillado declamando sus partes asistido por su amigo Noy en esos escenarios produce un interesante efecto de extrañeza.

Y así como somos testigos de sus preparativos nunca llegamos a ver la obra terminada. Lo importante aquí para Schipani es el proceso, del mismo modo que en el caso del propio documental que habla también de sí mismo y expone los resortes de su propia construcción. Con frecuencia Lemos, en tanto protagonista, habla del film que se está haciendo y se pone en discusión lo que es y lo que podría ser, así cómo se explicitan las diferencias entre el documental que quiere Lemos, el que quiere Schipani e incluso el que quiere su co-productora y co-guionista Albertina Carri que ya había realizado un similar ejercicio de cine dentro del cine en Los Rubios.

En línea con otros documentales recientes que tomaron el fenómeno del under de los 80 como Cemento, el documental (2017) o La Organización Negra (2016), el ambiente gay de esa década como El silencio es un cuerpo que cae (2017) o El puto inolvidable, vida de Carlos Jáuregui (2018), o de ambos como La peli de Batato (2011), el documental de Schipani pone en juego con humor, a través de la historia y la voz desenfadada y lúcida de Lemos, temas como la sexualidad, la vanguardia, la libertad, las relaciones entre la vida privada y las luchas colectivas y el alto costo de algo tan inalienable como el derecho al goce.

BERNARDA ES LA PATRIA
Bernarda es la Patria. Argentina. 2020
Dirección: Diego Schipani. Intérpretes: Willy Lemos, Verónica Llinás, Fernando Noy, Ariel Farace, Víctor Anakarato, Mario Filgueira. Guión: Albertina Carri, Diego Schipani. Fotografía y Cámara: Federico Bracken. Edición: Lautaro Colace. Diseño de Sonido: Esteban Golubicki. Producción: Albertina Carri, Diego Schipani. Duración: 71 minutos.