Comedia biempensante sobre la familia burguesa que adopta a un refugiado nigeriano, arranca con gracia pero se tropieza con las obligaciones de la corrección política y un relato coral que estira la trama hasta lo inverosímil. Un tema "atractivo y actual" diluido por un guión que acumula situaciones tiradas de los pelos. Con un tono, además, que va del humor corrosivo al sentimentalismo sin escalas.