Si efectivamente acordamos que existe una nueva corriente dentro de la comedia americana actual, Judd Apatow es claramente uno de los referentes dentro del género y dentro de la búsqueda de un nuevo estilo de comedia.
Quizás como una especie de mezcla entre varios registros de comedia, no llega a ser tan escatológica como la de los hermanos Farrelly, ni completamente plagada de gags como Todd Phillips y sus "Que pasó ayer?" ni con tantas mariposas y corazones como las más livianas de Nora Ephron.
Judd Apatow tiene una mirada incisiva e inteligente, un humor sutil pero mordaz a la vez, puntualizado en un interesante poder de observación con el que desarrolla a sus personajes. Toma y abreva en distintas proporciones, de cada uno de los estilos, para crear uno propio.
Una comedia con toques agridulces, más parecido a la vida misma, más auténtica donde el director logra como en sus otras películas, pintar toda una generación y una idiosincracia. Tarea que no es sencilla y que Apatow logra con una impronta personal, tanto en los productos en los que se pone al frente como director como en los que él mismo produce.
Es así como surgieron trabajos que lograron romper con el esquema típico como "Virgen a los 40" que le dio el espaldarazo definitivo en la pantalla grande a Steve Carell, "Ligeramente Embarazada" con un muy buen timing para desarrollar ese tema desde un punto de vista completamente diferente con Seth Rogen y Katherine Heigl y exploró con muy buen tino, al universo adolescente de "Supercool". Como productor, fue mentor de "Damas en Guerra / Bridesmaids" que incluso tuvo nominaciones al Oscar y de la divertida "Como sobrevivir a mi novia" que sólo circula en DVD en nuestro país.
En este caso ya habiendo retratado la adolescencia en "Supercool" y a los treinta y tantos y los dilemas de la nueva paternidad/maternidad en "Ligeramente Embarazada" llega el turno de poner la lupa en los cuarenta.
Edad complicada si las hay para reflejar todas las variables que se ponen en juego. Y quizás de una manera un poco ambiciosa, Apatow como guionista intenta abordarlas a todas juntas.
Los vínculos de pareja, los hijos -lo que es peor aún los hijos entrando en la adolescencia-, el desgaste de los años de matrimonio y la necesidad de revitalizar la pareja, las experiencias laborales, el grupo de amigos... y pone el acento en esa etapa tan particular en donde hay que estar pendiente de los hijos y también hay que estar pendiente de los padres.
La pareja central de "Bienvenido a los 40" son Paul Rudd (con un enorme "prontuario" dentro de las comedias con títulos como "La cena de los tontos" "¿Cómo saber si es amor? "I love you, man" o "El objeto de mi afecto" -una de mis preferidas junto a Jennifer Aniston-) y Leslie Mann (cumpliendo con su primer gran protagónico y habiendo prestado voces en "Rio" o "Paranorman" y con participaciones en otros productos de la factoría Apatow como "Ligeramente Embarazada" y "Hazme reir" o filmes como "I love you, Phillip Morris" y "17 otra vez").
Ello serán quienes se encuentren en medio de todas estas encrucijadas típicas del grupo de los '40. Y Apatow se hace una fiesta posando su mirada desprejuiciada y conocedora del tema, condimentando todos las variables mencionadas anteriormente con apuntes de actualidad (se nombran músicos, actores, series de televisión, marcas, productos) que, como espectadores, nos permiten sentirnos mucho más involucrados en los diálogos y en las situaciones.
Los acompaña un elenco secundario de lujo encabezado por los padres de los protagonistas, brillante Albert Brooks como el padre de él y una pequeña pero enriquecedora intervención de John Litgow como el padre de ella.
Dentro del equipo se encuentran Megan Fox (una vez más desplegando un físico despampanante y una belleza que la cámara no se priva de mostrar), Jason Segel -otro clásico de la factoría Apatow- y una políticamente incorrecta Melissa Mc. Carthy (de "Bridesmaids").
Pero vale resaltar la labor de Maud e Iris Apatow como las dos hijas de la pareja que brillan cada una en su rol.
Por un lado está la conflictuada hermana menor que ve cómo su hermana se enfrasca en su planeta adolescente dejándola de lado, y por el otro, la hermana adolescente que quiere rebelarse contra los padres. Y esa adolescente reticente a aceptar límites será quien tenga en la mayoría de sus intervenciones, las líneas de diálogo más jugosas de la película, poniendo en jaque a la pareja protagónica que pierde un poco la brújula ante este torbellino de rebeldía y planteos, que no saben bien como dominar.
Pero tal como fue dicho anteriormente, Apatow pretende abarcar todos y cada uno de los temas.
En algunas situaciones logra imprimir el tono justo y brilla con diálogos geniales y tremendamente reconocibles para cualquiera que haya pasado por esas situaciones. Pero en algunos otros momentos, se estiran o repiten situaciones, se les da un cierre demasiado grotesco para el registro que venía manejando, y sobre todo por tratarse de una comedia, los más de 130 minutos de duración resienten la efectividad del producto con algunas sublíneas de la trama que podrían haberse evitado en función de que el resultado total ganara en contundencia, ya que una vez entendida la idea central, algunas escenas donde se vuelve a reforzar lo ya mostrado, parecen estar sobrando.
Asi y todo, con sus altibajos y sus situaciones exageradas o reiterativas, el exceso de Apatow por querer abarcar diversas líneas del relato e incorporar situaciones y personajes a la trama central, "Bienvenido a los 40" cumple con la función de entretener sin dejar de transitar por ese tono agridulce y reflexivo que tan bien sabe lograr este director, con su particular mirada a éste y tantos otros micromundos.
Los protagonistas se muestran sólidos y tanto Rudd como Mann parecen divertirse en lo que hacen y estar a gusto con sus personajes aún en las escenas más "incómodas", además de estar acompañados por un elenco secundario de lujo.
Sean bienvenidos entonces, al universo de los cuarentones en plena, plena, plena crisis.