En un cine invadido por comedias tediosas e insufribles, es necesario que de vez en cuando aparezca una película como Bienvenido a los 40.
Este estreno es un spin-off (cuasi secuela) del éxito Ligeramente embarazada (2007) en donde la pareja integrada por Paul Rudd y Leslie Mann había sido presentada.
El director Judd Apatow fue muy inteligente al darse cuenta que los hilarantes personajes Debbie y Pete daban para mucho más y comenzó a planear lo que luego se convirtió en este film.
Más allá de las secuencias divertidas y escenas ocurrentes (aunque no innovadoras) lo verdaderamente valioso de esta propuesta es su contexto y como los personajes interactúan dentro de ese mundo.
El sabor agridulce que se le da a el hecho de cumplir 40 años y como cada detalle puede ser una tortura está explotado demasiado bien.
Las mujeres se pondrán del lado de Debbie y lo que implica para ellas cruzar la cuarta década.
En tanto los hombres, intentarán vivenciar a través de los ojos de Paul las miserias y bondades de esa altura de la vida.
Claro está que los 40 de hoy no son los mismos que los de hace 20 años atrás y que la visión y disfrute de la película correrá en su mayoría por los que circunden esa edad.
Apatow genera un clima espontáneo y hasta catártico. Incluso sortea muy bien los obligados clichés del género pero falla en la síntesis y hay partes que claramente sobran. No hay necesidad alguna para que este film dure 133 minutos.
El aspecto técnico es correcto, no se puede remarcar nada en especial pero tampoco hay que esperar grandes innovaciones en una comedia.
El guión (Apatow otra vez) es perspicaz y algunas líneas son grandiosas, tales como cuando Leslie Mann habla de sus pechos.
Tampoco se puede dejar de mencionar las intervenciones de Megan Fox no solo para levantar un poco la temperatura sino por el como se la utiliza para lograr situaciones y generar disparadores.
El director supo muy bien utilizar los planos cortos para lucir a la despampanante estrella pero tampoco de una forma cuasi triple x como lo hizo Michael Bay en Transformers. De todos modos la platea masculina agradecida.
Por esto último, y otros detalles, es en donde tal vez se nota que se trata sobre la visión de un hombre sobre la temática central en lugar que la de una mujer a pesar de que ambos protagonistas tienen el mismo peso.
Eso ya es hilar muy fino y un análisis por demás, lo importante es que si bien esta cinta no aporta ninguna novedad ni tampoco quedará en el recuerdo, es superior a la media de las películas del género que se vienen estrenando últimamente y por lo tanto es una gran oportunidad para que las parejas (nuevas y veteranas) vayan al cine a pasarla bien.