"La nostalgia de una época"
Un grupo de actores organiza su próximo radioteatro, el cual no representarán únicamente a través de la radio, sino que harán giras por distintos pueblos. Así comienza “Bienvenido León de Francia”, situándonos en una época muy particular: La Argentina del año ’55.
Por ese entonces la radio era el elemento de entretenimiento por excelencia, por el cual familias enteras se juntaban todos los días, a la misma hora, para disfrutar del radioteatro y compartir un momento juntos.
“Bienvenido León de Francia” nos permite centrarnos en las trasmisiones en vivo y las giras de este radioteatro, en el cual participan actores de distintas características: el galán protagonista (Raúl Calandra), el hombre que ya se está retirando de la profesión y que le gustaría hacerlo a lo grande (Naum Krass), una mujer que tuvo sus años de gloria y que sigue trabajando (Sara Lindberg), la chica de pueblo que se muda a la gran ciudad para cumplir su sueño (Maru De Rosa), la que acompaña al galán de hace años y solo busca su cariño (Griselda De Lorenzi), el hombre medio fracasado que llega acomodado por sus contactos (Matías Martínez) y el chico tímido que hace también el papel de chofer (Matías Tamburri).
La ambientación (que expone objetos originales de la época como una locomotora a vapor y un bus de 1947) y las vestimentas de los personajes ayudan también a contextualizar esta gloria y éxito de una época.
Pero “Bienvenido León de Francia” ahonda también en el fin de la misma. El golpe de Estado que se desató en 1955 en el país hace cambiar el contexto, no solo político sino social, generando consecuencias en el radioteatro.
Cuestionamientos, censuras, de a poco vamos viendo cómo las voces de la radio se van apagando. Sin embargo se podría haber profundizado un poco más la situación y ver más consecuencias de ésta en la pantalla grande, aprovechando la impecable participación de Luis Machín como el Sr. Interventor.
Asimismo, debido a que en la película predomina más la reflexión de esta época que la acción, por momentos se torna un poco lenta. Pero también nos brinda alguna que otra sorpresa y sobresalto.
Principalmente, basándose en una historia real, la ópera prima de Néstor Zapata cumple con el objetivo buscado: ser un reconocimiento a un género popular. Para los que la vivieron les traerá nostalgia, para los que no, les permitirá conocer con más profundidad acerca de esta temática.
Samantha Schuster