Tim Burton se aleja de sus trabajos más tradicionales, plagados de oscuridad y atmósferas góticas, para realizar esta interesante cinta dramática, retrato de una época, en donde el gran peso de la trama recae sobre dos actores enormes: CHRISTOPH WALTZ y AMY ADAMS. El primero luce todo su histrionismo para componer un personaje truculento y poco querible. Mientras que la actriz luce más frágil que nunca, logrando la empatía del público a medida que avanza el metraje. Pese a lo realista de la trama, la estética en el diseño de producción, los colores y ciertas escenas oníricas, remiten claramente al espíritu "Burtiano". Sin ser lo mejor de su enorme y original filmografía, BIG EYES resulta tan interesante como entretenida.