Basada en la historia real de la pintora Margaret Keane, que en los años 50 sorprendió a todos con sus criaturas de ojos desmesurados, y con un esposo que le usurpó la autoría de toda su obra. Un caso increíble que necesitaba de la sensibilidad de Tim Burton y sus guionistas (Scott Alexander, Larry Karaszewski) para entender a esa talentosa mujer y su relación tortuosa con su marido. Dos actores increíbles: Amy Adams y Christoph Waltz resultan perfectos.