Biopic de un Tim Burton diferente.
Tim Burton intenta una pelicula distinta a las fantasías a las que tiene acostumbrados a sus fans y arroja una mirada personal hacia el mundo del arte y al machismo extremo de la sociedad norteamericana de la década de 1950. Lo hace a través de la extraña historia de Margaret Ulrich, convertida en Margaret Keane al casarse con Walter Keane. Es un caso real sobre personajes reales, relacionado con cómo una pintora talentosa y totalmente original dejó que su marido, un artista frustrado pero con un gran talento para las ventas y la promoción, termine firmando sus obras y ganando millones manteniendo la estafa durante años.
Burton ya había realizado un film biográfico, la excelente "Ed Wood", que lo mantenía dentro del mundo del cine y la imaginería fantástica que caracteriza su obra, pero "Big Eyes" (título que se refiere a los enormes ojos de los cuadros de la artista) lo hace entrar en un terreno realista que le permite mostrarse como narrador de una trama compleja que, además, requiere una precisa ambientación no sólo de época sino también de un ambiente en especial.
En este último sentido, "Big Eyes" se luce por describir con gracia, humor e ironía los entuertos en los que tenía que meterse alguien que quisiera triunfar como artista plástico en una era tan cuadrada como los 50. En este sentido, el retrato que hace Burton de Walter Keane (interpretado por un Christoph Waltz por momentos un poco pasado de rosca) es casi más atractivo en sus locuras marketineras que incluyen regalarle cuadros a Joan Crawford o al embajador soviético, que el conflicto que lleva a su esposa (una excelente Amy Adams) a dejarle firmar sus cuadros sometiéndose a una estafa de años que además incluye una vida de reclusión para mantener el secreto.
Limitada en ése y otros aspectos, cuando se la analiza después de verla, lo cierto es que durante la proyección Burton consigue atrapar al espectador con este relato que logra no caer en golpes bajos, a pesar de que incluye todo tipo de detalles terriblemente dramáticos.
"Big eyes" es un drama biográfico que logra tomar con humor aún las escenas más serias, gracias a estupendos diálogos y un gran elenco que incluye talentos como los de Jon Polito, Danny Huston y un temible crítico de arte interpretado por Terence Stamp, cuyo gran trabajo bastaría por si solo para recomendar esta película.