“Bigli” de Nicolás Tacconi. La historia de un antihéroe se estrena en el espacio Incaa. Crítica.
Luego de realizar documentales que tuvieron importante trayectoria, el director estrena su ópera prima de ficción en el Cine Gaumont este jueves 11 de agosto.
Bigli (Luis Luque) es un perfecto antihéroe, un perdedor, de modos rudos algo áspero que generó en su alrededor amores y odios.
Muere su esposa y eso desencadena en el personaje el deseo de autodestrucción, que sin duda siempre estuvo latente, abocándose de lleno al consumo de alcohol de forma desmedida. Tiene un trabajo, es un periodista mediocre, pero un día decide abandonarlo porque no quiere ningún tipo de responsabilidades.
Su vivienda es una barca que está amarrada en el muelle de un embarcadero al que le debe varios meses de amarre y de luz.
No tuvieron hijos y al morir la esposa solo le quedó de familia su cuñada, hermana gemela de su mujer, que lo odia, su concuñado que lo detesta y su sobrina que lo ama con locura y el a ella como a una hija.
Es una película con una trama algo compleja ya que larga como un perfecto drama, creando un clima de desazón, luego pasa por la comedia finalizando en una especie de thriller y cine de aventura.
La historia toma un giro cuando el antihéroe se hace cargo de tratar de salvar a su amada sobrina, que está embarazada y los padres no lo saben, y a su noviecito, ambos adolescentes, de una vida aburrida y encorsetada.
La actuación de Luis Luque le da dinamismo a la obra, en especial en las escenas en la que está conduciendo un viejo automóvil con un estado de ebriedad tal que le hace pensar a cada momento al espectador que tendrá un accidente.