Cuando se fue Guillermo Arriaga, su libretista estrella, el cine del mexicano Iñarrritu cambió y para mal lado. “Amores perros” y “Babel” siguen siendo sus mayores logros. Pero a partir de allí, empezó a decaer. Hasta tocar fondo con la decepcionante “Biutiful”. Ahora ha querido levantar la puntería (como su protagonista), pero no hay caso. “Birdman” es confuso, burdo y efectista. Juega con el mundo del cine y el teatro. Carga contra la fama, los actores, los críticos. Retrata a Riggan (Keaton) un actor que se hizo tres films de superhéroe (recordemos que Keaton hizo dos veces de Batman) y que quiere sacarse ese pasado de encima montando una pieza teatral sobre un texto de Raymond Carver. Necesita hacerlo para probarse y rearmarse, para tratar de recuperar estima, familia y nombre. Recicla un par de artistas sacados, habla con el superhéroe y desafía al público. ¿Lo que vemos es lo que sucede o es parte del delirio del protagonista? ¿Es cierto lo de los poderes ocultos? Film rebuscado y pretencioso, cruel y a ratos chocante, que está buscando siempre el impacto, con personajes estereotipados y un final que es puro efecto.