Birdman o (La inesperada virtud de la ignorancia)

Crítica de Rolando Gallego - Lúdico y memorioso

PLANO SECUENCIA DE LA LOCURA

Con su sensación de eterno plano secuencia Alejandro Gonzalez Iñárritu intenta plasmar gráficamente su idea de tránsito que en “Birdman o la inesperada virtud de la ignorancia” (USA, 2014) se propone como eje temático.

¿Tránsito hacia qué? Hacia algo mejor, que el protagonista Riggan (Michael Keaton), intenta conseguir luego de su fugacidad como estrella y el deseo de volver a recuperar un lugar dentro de los medios de comunicación y estrellato.

Gonzalez Iñárritu explora ese intento de volver con una comedia verborrágica (al mejor estilo Woody Allen) pero con un guión que deja muchas puertas abiertas e interpretaciones libres al espectador.

Riggan quiere volver y en el detrás de escena de una obra de Carver veremos cómo su vida real le impide trascender y transitar hacia ese lugar diferente del que quiere estar.

Para el caso, más que él y las voces que lo acechan, hay un grupo de personas (su hija, sus compañeros de trabajo, su ex, su amante, su representante, etc…) que le ponen obstáculos y a pesar de todo esto el sigue avanzando con su idea de poder hacer su regreso con gloria.

Pero “Birdman”, el superhéroe que interpretó durante años, le complica mucho las cosas, y cada decisión que deba tomar estará tamizada por su conciencia y la del personaje, sin que nadie pueda darse cuenta de esto. Riggan está loco? Es Bipolar? Esto es algo que nunca se termina de definir, pero claramente es uno de más de las miles de personas que diariamente se esfuerzan para aparentar algo que ya no son.

"Birdman…” tiene algunos momentos interesantes y logrados (Riggan caminando en slip por Times Square, o la obsesiva personificación de Edward Norton como la competencia a superar dentro de su propio espectáculo), pero luego todo se presenta como un ejercicio vago e impreciso que solo en la puesta en escena, con ese eterno plano que termina mareando, el director pretende justificar todo.

PUNTAJE: 4/10