El final es donde partí
La nueva película del mexicano Alejandro González Iñárritu (Amores perros, 2000), y primera fuera de la sociedad creativa que lo unía a Guillermo Arriaga, es una obra compleja que difiere bastante de su filmografía anterior, pese a mantener ciertos rasgos caracteristicos que hacen al estilo de un director ya consagrado dentro del mundo cinematográfico.
¿Qué pasa con un hombre cuando sabe que va a morir? Es el planteo inicial de la película protagonizada por un extraordinario Javier Bardem personificando a Uxbal, un atormentado padre de dos hijos que mantiene una extraña relación de idas y vueltas como su esposa Marambra (Maricel Álvarez). Uxbal está metido en negocios sucios vinculados con la inmigración ilegal y como plus tiene el don de comunicarse con las almas del más allá, Un día, como cualquier otro, es diagnosticado de una enfermedad terminal y Uxbal sabe que va a morir, teniendo solo meses para purificar su alma, pagar deudas pendientes y organizar una vida que ya no contará con él.
A diferencia de los trabajos anteriores González Iñárritu plantea la trama a partir de un solo personaje y no de manera coral. Uxbal es el absoluto protagonista de Biutiful(2010), aunque su historia tomará varias vías de acción. La primera es ver qué pasa con un hombre que sabe que va a morir y cómo reacciona y enfrenta el tiempo ante esa situación radical y única. La segunda línea narrativa nos lleva hacia la inmigración ilegal, un tema que ha preocupado al realizador mexicano desde siempre y que en este caso es mostrado de manera casi documental. Biutiful no es un film circular como lo era Babel (2006) sino que es un flashback que parte de la muerte del personaje y que se resuelve de manera onírica.
En Biutiful no hay héroes ni ganadores, todos son perdedores. Desde el personaje de Bardem que sabe que va a morir pasando por los inmigrantes explotados y hasta los patrones explotadores. Pero el planteo habla que a pesar de las ausencias sí hay esperanza convirtiendo la derrota del presente en la ilusión de que al menos habrá un futuro.
La utilización de la cámara en mano acompañada de bruscos movimientos panorámicos le brindan al film una suciedad visual que lo emparenta con la realidad, logrando un efecto aún mayor sobre la idea que transmite. En varios casos se emplea el un recurso similar al que se puede ver en los noticieros televisivos.
Desde lo actoral resulta asombroso el trabajo de Javier Bardem -Palma de Oro en Cannes 2010 y candidato al Oscar-, tal vez en la cúspide de su carrera logrando un trabajo que roza la perfección. L a argentina Maricel Álvarez resulta ser una partenaire ideal para interpretar a la abnegada esposa bipolar con la que no podrá contar ni siquiera en los momentos determinantes.
González Iñárritu se mete en Biutiful con un tema escabroso, difícil de ver y que más allá de cierto efectismo y de poner en crisis nuestra propia moral nos hará pensar sobre el bien y el mal.