El film termina siendo un espectáculo de antihéroes que ofrece acción y visualmente impactante pero que a la hora de construir la historia se vuelve predecible y repetitiva, sin definirse entre ser un producto más complejo, como The Batman de Matt Reeves o ser puro entretenimiento cómico al estilo The Suicide Squad de James Gunn, lo que termina dejando como resultado final un blockbuster industrial que promete mucho pero se queda a mitad de camino.