Hoy llega a los cines argentinos Black Adam, película de la franquicia DC Warner que continúa el legado del DCU iniciado por Zack Snyder desde El Hombre de Acero, franquicia cojera, por cierto, ya que nos tiene acostumbrados a productor irregulares. Veamos, entonces, que le pareció la película a este humilde redactor.
Black Adam sigue la historia del homónimo ¿villano? ¿antihéroe? ¿héroe? luego de ser liberado de su tumba/prisión en la cual estuvo confinado durante cinco mil años, esta vez deberá decidir entre sucumbir a su furia destructiva o salvar el mundo. La película es dirigida por Jaume Collet-Serra, director que viene del cine de terror y ahora se encuentra dirigiendo superproducciones, siendo esta su segunda película protagonizada por Dwayne Johnson, en el elenco lo acompañan Sarah Shahi, Viola Davis, Pierce Brosnan, Quintessa Swindell, Noah Centino y Aldis Hodge.
Black Adam es una buena película de superhéroes que cumple con entretener, es mejor (por bastante) que Mujer Maravilla 1984, pero tampoco hay que glorificarla ya que entra en todos los tópicos del género sin aportar nada nuevo. En otras palabras, estamos ante un producto genérico y previsible, con algunas sorpresas que no llegan a alcanzar. Comencemos, entonces, con los puntos fuertes de Black Adam. El primero son las actuaciones, que sin ser merecedoras de ningún premio se agrade la química entre algunos personajes como Hawkman, Dr. Fate y el propio Black Adam, principalmente. La interpretación de Sarah Shahi en la piel de Adrianna quien es la que lleva cierto peso dramático sin esforzarse demasiado, muy por detrás quedan las interpretaciones de Quintessa Swindell y Noah Centino, como Cyclone y Atom Smasher respectivamente, claramente fueron colocados para que la Justice Society no se vea tan escuálida de personajes. Otro punto a destacar es la acción, que cumple, aunque hay momentos en que el CGI se nota demasiado. Esta acción se agradece porque logra que las dos horas de duración del film no se sientan cansinas, sin embargo, hay un momento en que la película parece repetirse entre tantas escenas similares.
Lo más interesante de Black Adam es la perspectiva que le dan a los superhéroes en un país ajeno, algo que ya vimos en Escuadrón Suicida de James Gunn. Por lo demás estamos ante una cinta que repite la fórmula del género y manteniendo el estilo oscuro del DCU, y esto tal vez sea el mayor pecado de Black Adam en conjunto con el abuso del slow motion, algo que a esta altura ya cansa.
En fin, Black Adam es una película recomendada para aquellos fanáticos de la línea DC, pero que al resto de los espectadores puede parecerle indiferente, obligada en el cine para los primeros, opcional para los segundos. Estamos ante un producto regular que cumple con lo prometido, sin destacar demasiado, pero manteniéndose por encima de algunas otras obras de la franquicia.