Debe ser una mezcla entre el retraso por pandemia y la focalización de las series en Disney+, que la consecuencia del estreno de Black Widow es que me la olvidé ni bien salí del cine. Pese al amor que le tengo a Scarlett.
Tal vez se debe también a que la película -número 24- de Marvel no posee sorpresa alguna y eso era algo que ya sabíamos.
O sea, un film de origen de la Viuda Negra era una cuenta a saldar por parte del Estudio, pero se pierde noción de ello en el camino.
Arranca muy bien y se mantiene así todo el primer acto. Pero luego es imposible no pensar “es una más” u “otra vez lo mismo”.
La fórmula (muy exitosa) Marvel vuelve a repetirse: intercalar secuencias de acción con alivios cómicos y un leve drama que es desechado al segundo.
No ayuda para nada saber que no hay peligro alguno para las dos protagonistas ya que una se encuentra muerta en la actualidad y la otra se anunció que seguirá en el universo.
Situar los hechos del film entre Capitán América Civil War (2016) y Avengers Infinity War (2018) es entendible desde lo narrativo pero un desperdicio desde lo original y emocional. ¿Por qué no situarla previa a Ironman 2 (2010) y/o a los hechos ocurridos en Budapest?
Y hablando de la Capital de Hungría, es increíble que luego de haber estado machacando por varias películas con ese recurso (y esa intriga) no nos muestren lo sucedido ahí ¡sino que eligieron contarlo!
El trabajo de la directora Cate Shortland es del manual de Marvel/Disney y por lo tanto es correcto, pero desalmado e impersonal. ¿Realmente la realizadora de Somersault (2004) está detrás de este film? ¿Pasará lo mismo cuando veamos Eternals a cargo de la ganadora del Oscar Chloé Zhao? Imposible no recordar las palabras de Lucrecia Martel…
Pero bueno, ese es otro debate.
La acción y los VFX están a la orden, pero sin ninguna escena en particular que trascienda en el subgénero de superhéroes o siquiera en la Compañía.
Lo mejor -y motivo exclusivo por el cual se mantiene el film- es Scarlett Johanson, quien puedo darle algo más a su Natasha y tener una especie de cierre. Aunque merecía más.
Por su parte, Florence Pugh está muy bien y se esperará con ganas más de su Yelena. En cambio, David Harbour y Rachel Weisz no dicen nada.
¿El villano? Ray Winstone interpreta a alguien a imagen y semejanza de Harvey Weinstein y es muy malo porque tiene que serlo.
En definitiva, Black Widow es una película vacía, que llega tarde y que elige una historia para contar que no interesa demasiado. Pero bueno, es Marvel y con eso tal vez, alcanza.