A la altura del mito
Encarar una secuela de "Blade Runner" (1982) —la película de Ridley Scott que con el tiempo se convirtió en un filme de culto— significaba a priori más que un desafío. ¿Quién iba a estar a la altura de una película tan influyente dentro del género de ciencia ficción? Hollywood se ha equivocado mucho con las secuelas, pero en "Blade Runner 2049" encontró todas las respuestas correctas: el director Denis Villeneuve ("La llegada", "Sicario"), los guionistas Michael Green y Hampton Fancher (que también escribió la original), el genial director de fotografía Roger Deakins y dos actores que calzan perfecto en sus personajes: Ryan Gosling y Harrison Ford. Villeneuve consigue continuar la estética y el espíritu de la película original, con su tono de futuro apocalíptico y policial negro, pero a la vez expande visualmente ese universo y, lo más importante, tiene una historia para contar. Acá los personajes vibran y se conectan en una historia intensa, que profundiza en aquellos interrogantes de los años 80: un futuro de explotación, de incertidumbre y de deshumanización. No hay espacio aquí para adelantar nada de la trama, pero hay que remarcar que es conveniente repasar el filme original para refrescar el origen de algunos personajes. Tal vez lo único reprochable de "Blade Runner 2049" sea su metraje excesivo (163 minutos), pero es disfrutable el viaje completo para llegar al final, que es inolvidable.