La nueva entrega de la saga Blair Witch (la tercera si contamos el desastre de la segunda) nos encuentra con el hermano de uno de los protagonistas de la primer película, 22 años después, que tras encontrar un video que le hace creer que su hermana esta viva, se adentra en los malditos bosques con tres amigos y dos lugareños.
Cabe aclarar algo antes de continuar. Este tipo de películas tiene reglas, reglas claras que aceptamos al momento de entrar a verlas. No es justo valorar estas películas sin tener en cuenta ese hecho.
Habiendo aclarado eso, Blair Witch cumple con todos esas reglas, e inclusive, en algunos casos abusa de ellas, pero por mas que lo sepamos, por mas que nos damos cuenta, no se puede negar que es efectiva. La película no es una gran película de terror, pero mas importante que eso, no pretende serlo. Nos quiere asustar durante una hora y media, y lo logra.
Si, abusa de los saltos disfrazados de fallas en la grabación. Si, abusa de la aparición sorpresa de personajes unidos al golpe de sonido sin sentido. Si, tiene momentos obvios. Pero asusta. Y eso es lo importante.
El avance de la tecnología le ha agregado valor a la manera de contar la historia. Todos tienen una cámara, y hasta varias cámaras a la vez. Tienen un Drone, tienen cámaras del estilo de las que usa la policía en los cascos, tienen cámaras mini dv y cámaras infrarrojas. Y todas ellas filman. Eso le dio la libertad al equipo creador de tener puntos de vista solitarios y a la vez un ida y vuelta que le da una dinámica más fluida a la cinta.
Hay momentos muy bien logrados con el fuera de campo, que al mejor estilo Alien (no quiero comparar esta película con el clásico de Ridley Scott por Dios) lo que nos asusta esta fuera del ojo de la cámara, y dentro de nuestra imaginación.
Como una recomendación personal, les diría que la vayan a ver al cine. Estas películas se potencian muchísimo con las experiencias en las salas grandes por el sonido, la imagen, y la experiencia en si. Calculo que de haberla visto en mi casa, no me habría asustado de la misma manera.
Claro que tiene errores en la trama, en la lógica. Todas las películas de este estilo lo tienen. Pero la idea detrás de ellas, es que apaguemos la cabeza 90 minutos, y nos dejemos asustar. Para pensar, están las 22 horas y media que le restan al día.