En 1999 con el estreno de “El Proyecto Blair Witch” se hizo extremadamente popular una manera de hacer cine que comenzó muchos años atrás con “Cannibal Holocaust” (1980): el terror con cámara en mano, o found footage. Fue tanta la revolución que se creó alrededor de este filme que distintos directores trataron de imitar lo logrado por la cinta original, algunos con éxito (“REC”, por ejemplo) y muchísimos otros que se repitieron a sí mismos. En el 2000 se estrenó su secuela, titulada “Book of Shadows“, película que rápidamente y por mérito propio pasó al olvido. 17 años después del estreno original llega a las pantallas del mundo su verdadera segunda parte y, pese a sus problemas, le regala algunos auténticos sustos al espectador.