Esta película francesa pareciera ser un drama inspirado en el clásico Blanca Nieves y los siete enanitos de los hermanos Grimm. Dirigida por Anne Fontaine, protagonizada por Lou de Laâge junto a la icónica Isabelle Huppert. Estreno VOD en Google Play e iTunes.
Nos introducimos al film a través de lo que podríamos distinguir como capítulos de un libro, el primero se titula “Claire”. Observamos a una mujer joven correr de espaldas por una especie de bosque oscuro, hasta que sale del mismo hacia la luz solar y la urbanización. Acto seguido la vemos ducharse y desarrollar sus actividades laborales dentro de un hotel de categoría en el que tiene un breve diálogo con la que parece ser la gerenta del mismo, Maud, y juntas comparten información con les espectadores dándonos a entender que sus vidas personales/familiares están vinculadas a través del padre de Claire, posicionándola a Maud como su madrastra. El diálogo entre ellas es intimista pero se percibe una fuerte introspección por parte de Claire y cierta distancia maliciosa proveniente de Maud.
El relato continúa y se siembran algunos secretos no desarrollados que asumimos irán avanzando. Luego, cuando Claire termina sus quehaceres, se va a su casa, se acuesta a dormir y observa detenidamente una lámpara de noche infantil con siluetas de un bosque que giran lentamente. Ya de mañana, la vemos correr nuevamente en el bosque, todo parece ser rutinario, pero al salir del mismo se topa con un violinista tocando a orillas de un lago. Ella se detiene a escucharlo de forma embriagadora, sorpresivamente aparece un auto y la raptan.
Hasta aquí la película pareciera apuntar a una estética realista, con algunos recursos del film noir en color, aunque el giro tonal que adquiere una vez que ella logra escapar del secuestro siembra cierto bagaje en la historia provocando que sus personajes pierdan profundidad, dejando de ser consistentes a su esencia sin una justificación clara y repercutiendo en el arco dramático de transformación de su protagonista Claire.
Entendemos que el film toma una postura extradiegética por la decisión de contarnos los diferentes puntos de vista de estas dos rivales simbólicas a través de la separación en capítulos, haciendo un guiño al cuento, pero esa distancia literaria también nos hace perder la riqueza en primera persona de cada una de ellas. No pudiendo comprender bien la repentina liberación sexual de Claire arrancado el segundo acto de la historia. Y si bien el factor magia y la fantasía siempre están rondando por el relato, la ausencia clara de justificación a ciertas conductas claves, aunque sean de “cuentos de hadas”, son necesarias en pro de sus personajes.
Es imposible no hacer referencia a la serie televisiva Once upon a time en la que mezclan y reversionan también el mundo real con los cuentos de hadas pero, en ella, el desarrollo de cada personaje es fiel a la temporalidad del relato y su contexto para que les espectadores podamos comprender el universo que se nos pone enfrente y, paulatinamente, poder naturalizar sus actos mágicos. Lo paradójico es que en Blanca como la nieve, así como hay vacíos cinematográficos en el arco de transformación de sus personajes, increíblemente, también hay muchos recursos alegóricos utilizados de manera literal y los diálogos parecieran estar puestos al servicio de explicarnos lo que vemos que sucede. Algunxs directores deberían entender que el cine es cine cuando les espectadores completamos la película con nuestras apreciaciones a la historia sin necesidad de darnos la comida masticada.
Es por ello que, quizás también, la liberación femenina encarnada en Claire, y a la cual apunta su directora, es falsa al punto de creer estar observando una mala trama de película porno soft, hermosamente filmada pero vacía y con desnudos femeninos gratuitos. Es una pena que la mirada de la directora esté, aún, tan atravesada por el concepto atrasado de femineidad patriarcal.
Blanca como la nieve es tan literal como su título y quizás tenga un punto de vista singular para con el cuento original de Blanca Nieves pero, definitivamente, no es una película memorable.