En Bloodshot está la simiente de una muy buena película de ciencia ficción. Temas como humanos mejorados y recuerdos implantados (a lo Philip K. Dick) que, combinados, podrían dar a un thriller apasionante plagado de paranoia y conspiraciones. El problema es que el filme precisa 45 minutos de su tiempo para llegar a dicho punto y transformarse en interesante. Antes de eso es un pastiche mediocre, dirigido sin pasión, como si fuera una peli de acción de los años 80 protagonizada por Schwarzenegger… y sin ser uno de sus mejores filmes (¿recuerdan Triple Identidad o Carrera Contra la Muerte?). Y después de eso mejora bastante, lástima que la chatura de las perfomances y los malos efectos especiales arruinan la experiencia.
Bloodshot se basa en un superhéroe de la Valiant Comics creado en 1992. La Valiant es una editorial fundada por un ex director de Marvel y un abogado inversionista en 1989, los cuales hicieron una oferta por la marca del sello rojo y se quedaron con las ganas (con lo cual decidieron crear su propia factoría de comics). Los tipos reclutaron a un montón de ex empleados de Marvel, generando comics originales o dibujando marcas licenciadas – como la de Turok, Cazador de Dinosaurios, un comic formidable que llegué a leerlo en Uruguay en su edición original de Western Publishing antes que lo transformaran en cualquier cosa -. Les fue bien, les fue mal, se fundieron, renacieron, fueron vendidos, se volvieron a fundir y recién lograron estabilidad en el 2005 cuando un grupo de emprendedores adquirió la firma de las manos de Acclaim Entertainment. Los tipos se establecieron como una sólida tercera vía en el mercado dominado por DC y Marvel, e incluso le disputaron mano a mano el top de ventas cuando DC se despachó con la opereta de La Muerte de Superman en 1992, el cual se vendió por toneladas. De entre todo su staff Bloodshot es uno de sus personajes mas populares.
El principal problema de Bloodshot (como film) es Vin Diesel, que actúa como productor del filme. Como para que no queden dudas de que se trata de un filme de Vin Diesel el tipo se rasga la ropa, queda en musculosa blanca, maneja autos vintage, anda en lugares exóticos y siempre tiene una mina en bolas en algún lado. Es hartante ver como una estrella se encasilla en su nicho – el de fans de Vin Diesel – para darles lo que esperan en vez de ponerse al servicio de la historia. La primera mitad es tan rutinaria – las mismas rutinas de marine de Call of Duty con Diesel abatiendo terroristas en Medio Oriente; el tipo canchereando con su esposa; incluso cuando es muerto y revivido, el tipo no se la cree y se ríe desubicadamente de cualquier cosa – y uno sospecha lo peor especialmente cuando ve a Toby Kebbell como villano. Kebbell tiene un prontuario largo como mufa en cualquier película que participe desde la blandísima Los 4 Fantásticos en adelante (el otro con el que se saca chispas es Jai Courtney que prácticamente arruina todo filme donde participa). Por suerte lo de Kebbell es un susto pasajero y la excusa para ver de lo que realmente trata Bloodshot.
Es allí donde se nota el segundo problema, que es darle a un director novato el manejo de semejante producción – Dave Wilson, que viene del nicho de los videojuegos y dirigió un capítulo de Love, Death & Robots (el de las peleas ilegales con monstruos) -. Todo eso tiene un tufillo a Spawn (el filme) que mata, con gente embelesada en exprimir los dolares de presupuesto para sacar mas secuencias de FX y dándole cero bola a la trama y las perfomances. Las peleas son genéricas, el momento de las revelaciones deberían ser shockeantes y no lo son, e incluso un personaje tan atroz y anodino como el genio hacker que encarna Lamorne Morris termina por apoderarse de la pantalla para nuestra desgracia y sufrimiento. Incluso el cambio de bando de algún que otro personaje no está desarrollado como corresponde y pasa a ser un mero Deus Ex Machina.
Pero si algunas escenas son buenas, el otro problema por el cual Bloodshot no te llega es que el personaje es tan superpoderoso que no hay kriptonita que lo detenga, con lo cual es lo mas aburrido que hay (incluso al final le arreglan el tema de la energía de los robotitos para que Diesel no se quede sin batería cuando tiene una refriega importante) . Básicamente es un dios semi humano / semi robot con conexión gratis a Internet de por vida, y sin arma en la Tierra que lo puede detener… con lo cual no puede haber situación dramática posible que se pueda construir con él. En muchos aspectos se parece a Robocop – agente de la ley muerto, revivido y con la memoria borrada, deseo de venganza hacia sus asesinos, conectividad a bases de datos de vigilancia, capacidad de sobrepasar su programación interna – con la diferencia de que a la parte humana de Robocop las balas lo lastimaban. Acá Diesel es tan imparable que ni un ejército de engendros mejorados (encabezado por Sam Heugan y cia) puede hacerle siquiera un rasguño; y el final es un absurdo total hasta el punto que pareciera que el guión fuera escrito por un grupo de adolescentes enamorados del personaje y que quieren hacerlo mas fuerte que Superman (y eso que son tipos de prestigio, responsables de cosas inteligentes como Arrival, Bird Box, Kick Ass 2 entre otros títulos).
El flagelo del Coronavirus – que diezmó la taquilla norteamericana en los últimos dos meses – no es excusa para el fracaso de Bloodshot. Cuando tuvieron la posibilidad de contratar a alguno de los genios de John Wick como director – Chad Stahelski y David Leitch – decidieron ahorrar plata entregando el proyecto a un novato que terminó siendo sobrepasado por el ego de Diesel… y acá están los resultados. Al menos Stahelski y Leitch lo hubieran convertido esto en algo mucho mas excitante; así como está le pone el clavo final al ataúd de alguna franquicia posible basada en propiedades de Valiant Comics… a menos que se gasten unos mangos, contraten talento verdadero y no dejen que estrellas ególatras acaparen el centro de la producción para sí mismas.