Con el correr de los años la frase ‘’no juguemos a ser dios’’ sirvió de inspiración para que muchos autores y directores hagan desde obras de teatro hasta películas con la idea de "crear vida". Una de las más importantes es "Frankenstein", un ser creado por humanos, pero aunque en ‘’BLOODSHOT’’ eso no es lo que sucede veremos algo muy parecido: volver a la vida después de la muerte gracias a la ciencia.
El creador de esta historia adaptada es Eric Heisserer quien junto al director Dave Wilson logran una pieza de ciencia ficción que no es para nada despampanante pero sí por momentos graciosa. ‘’BLOODSHOT’’ narra la historia de Murray Ray Garrison como personaje principal interpretado por Vin Diesel y aquí es donde podemos decir que Diesel ya sabe moverse como protagonista cuando es el héroe de acción (y más si es un rol poco exigente). El resto del reparto lo componen Siddharth Dhananjay, como Eric, y Lamorne Morris, como Wilfred quienes comparten buena parte del peso humorístico.
Cabe aclarar que la cinta se perfiló rápidamente como una de las más esperadas del año. Basada en el cómic Valiant, el cual posee una base de fans de gran escala, las expectativas eran altas y podríamos decir que no se llegaron a cumplir del todo.
La cantidad de efectos especiales y la forma de contar los hechos narrativos logran que los 110 minutos que dura la película (a mi criterio bastante larga) sean llevaderos y no logren cansar tanto. Quizás podría terminar diciendo que el filme no busca reinventar el género de superhéroes ni las historias que tienen como protagonistas a sujetos muertos resucitados a través de la tecnología, más bien logra quedarse en el molde encontrando su lugar entre las demás pero sin sobresalir.
"Terminator", "RoboCop", "Soldado Universal", "Misión Imposible", "El vengador del futuro", "Rápidos y furiosos" y "John Wick" son algunas de las tantas películas a las que ‘’BLOODSHOT’’ le debe buena parte de sus ideas. De igual manera recomiendo que la vean si son fans de la ciencia ficción y mucho más de la acción ya que en eso no escatiman para nada.
Por Keila Ayala