Blue Valentine

Crítica de Martín Morales - MM Críticas

DURA REALIDAD

No es nada sencillo ver este tipo de historias, no por la manera en la que fueron realizadas, es más, si algo se destaca en "Blue Valentine" es el realismo y el muy bien logrado trabajo de sus actores, sino porque aparece la subjetividad inmediata del recuerdo y de cómo la misma puede chocar o no contra la emoción del espectador. Dejando esto de lado, esta cinta está muy bien realizada, y desarrolla un drama familiar que desde el primer segundo atrapa al público y le brinda una dolorosa experiencia de vida.

Cindy y Dean son una pareja que se conocieron por casualidad y desde ese momento han vivido la vida felizmente. Ellos tienen una hija, y por diferentes problemas su relación comienza a dilatarse. Ellos van a tratar de encontrar la manera de superar los obstáculos y, principalmente, no perjudicar a la pequeña niña.

El guión, desde un comienzo, plantea y desarrolla un realismo que traspasa la pantalla. La relación entre la pareja y la hija es muy bella, todos los diálogos son fluidos y nunca se ven forzados. La verosimilitud de los hechos es una de las grandes virtudes de esta cinta. A su vez, el libreto juega con los cambios temporales, yendo y viniendo en el tiempo, mostrando las dos caras de la relación y las notables diferencias luego de que la misma maduró y sintió el frío del abandono o la soledad. Esta característica le aporta al relato mucho dinamismo, ya que no solo es una historia en la que todo el tiempo se está llamando al intenso drama, sino que también hay amor y el romanticismo propio de la pareja cuando eran novios, aunque el sentido de la película es otro y está totalmente direccionado a las vueltas de la vida y la disconformidad de las familias.

Los sentimientos encontrados son muchos y cada uno de ellos están desarrollados con mucho realismo y, principalmente, se le da el tiempo necesario para que crezcan y maduren con el paso de los segundos. El juego realizado con los cambios de los tiempos narrativos aquí tiene mucho que ver, no solo porque le aporta versatilidad, sino porque están montados de tal manera que el pasado tenga relación directa con las emociones del presente. El guión es muy claro en sus intenciones y, aunque uno no quiera, va sintiendo como ese final se va aproximando minuto a minuto.

Otra de las características que hacen de esta película una gran historia dramática, es la calidad de las actuaciones protagónicas. Ryan Gosling, sorpresivamente, logra darle un giro muy interesante a su personaje, no solo al mostrar la felicidad y ese amor a primera vista con su mujer, sino también al expresar con profundidad los sentimientos que van apareciendo una vez que los problemas del matrimonio son continuos. Michelle Williams está perfecta, le brinda realismo, emoción, y una gran variedad de matices a su interpretación, excelente para cada uno de los cambios actitudinales de su personaje. Dos actuaciones soberbias y perfectas.

La fotografía juega mucho con los colores y los sentimientos. Se pueden apreciar matices mucho más coloridos y alegres en las escenas del pasado, mientras que tonos más azulados y fríos en cada una de las tomas del presente. Hay muchos planos cortos y primeros planos, que ayudan a mostrar las emociones de los personajes.

"Blue Valentine" es una historia difícil de ver, dura, fuerte, pero realista y muy reflexiva. Una cinta con muy buenas actuaciones y un aprovechamiento escénico muy bien logrado. Una película distinta, emotiva y para pensar.

UNA ESCENA A DESTACAR: hospital.