Anexo de crítica: El debut del cineasta Derek Cianfrance con este drama intimista que se planta en el umbral de la ruptura de un matrimonio joven, interpretado salvajemente por Michelle Williams y Ryan Gosling, tiene entre sus puntos a destacar un buen guión que hace de la fragmentación del relato el espacio propicio para desarrollar el proceso de una crisis conyugal atravesada por el desencanto, las relaciones tóxicas y el desgaste de una pareja que no logra recomponer lazos afectivos ni tampoco se contenta con las convenciones del entorno y las culturales que tienden a unir a las personas en vez de separarlas.