Desde 1999, cuando apareció por primera vez en la serie televisiva creada por Stephen Hillemburg, Bob Esponja se convirtió en un personaje simpático y audaz que encanta (y sigue encantando) tanto a los niños como a los mayores. En esta segunda incursión cinematográfica la primera data de 2004-, este héroe de color amarillo se ve envuelto en una serie de disparatadas aventuras y desventuras en las que el protagonista deberá enfrentarse contra el malévolo plan del pirata Plankton, que desea apropiarse de la fórmula de unas deliciosas hamburguesas que Bob cocina con gran pasión y que son, al mismo tiempo, el plato predilecto de los habitantes de Fonde de Rikini, un pueblo pacífico en el que conviven alegremente toda clase de estrambóticos animales.
En cuestión de bromas por minuto Bob y su pandilla no se alejan demasiado de la serie televisiva, y las múltiples subtramas que se abren y se cierran son, a todas luces, un plato más que divertido en esta original propuesta. Muchos y muy peligrosos son los caminos por los que deberá transitar ese grupo comandado por Bob, pero la inteligencia de éste y la valentía de quienes lo acompañan una ardilla, un águila, un bicharraco con un solo ojo y varios alocados animales más- impondrán justicia y su aventura, entre pegadizas canciones, llegará a un alocado final. El director Paul Tibbit, basado en un muy entretenido guión, concibió su film a partir de los dibujos animados entrelazados en vivo con las maldades del pirata Plankton, personificado con corrección por Antonio Banderas. A ello se suma la proyección en 3D que da a la historia el necesario realismo para seguir con atención esta búsqueda de una receta que, para Bob, significa ser feliz y hacer feliz a los de su pueblo.
El entrecruzamiento entre lo animado y lo vivo otorgan al film la dosis perfecta para que esta nueva aventura se convierta en una travesura más de ese personaje que, sin duda, hallará en los espectadores un momento de sana alegría y de grato esparcimiento. Perfecta en sus rubros técnicos, la vuelta de Bob Esponja a la pantalla grande será celebrada con una sonrisa y con deseos de que su figura prosiga alimentando la atención de sus seguidores.