Pasaron 10 años años de la última película de Bob Esponja y durante ese tiempo el personaje demostró que está hecho de Kevlar.
El dibujo fue acusado en Ucrania de destruir la institución de la familia y en Estados Unidos, algunos grupos evangélicos lo criticaron por promover la homosexualidad entre los niños.
Grandes disparates que no afectaron a la serie de televisión y que los realizadores del programa decidieron ignorar.
La realidad es que Bob Esponja es un personaje muy aceptado por el público infantil y logró mantenerse vigente desde 1999, un enorme logro si tenemos en cuenta la enorme competencia que enfrentó en la televisión.
En el 2013 Amazon pagó 200 millones de dólares por la licencia de la serie para poder incluirla en su programación infantil. La mayor transacción comercial que se hizo por un dibujo animado.
La primera película, dirigida por el creador de la serie Stephen Hillenburg, fue fabulosa y logró presentar una propuesta especial en la pantalla grande con estos personajes.
La nueva producción estuvo a cargo de Paul Tibbit, quien desde hace unos años es el productor ejecutivo del programa de televisión.
Bob Esponja 2 es una producción simpática que ofrece un entretenimiento ameno pero no está a la altura de lo que fue la película de 2004 .
Creo que en esto tiene mucho que ver el desgaste que acarrean los personajes. Es muy difícil sostener el nivel de comicidad durante tanto tiempo y mucho más complicado todavía trasladar el concepto de un episodio de 22 minutos a una hora y media en el cine.
El film no está mal pero parece un capítulo extendido con un poco más de producción.
Le faltaron esos momentos de delirio bizarro que tuvo la entrega anterior como la canción de los cacahuates o el cameo de David Hasselhoff que eran maravillosos.
En esta ocasión se incorporó Antonio Banderas en el rol de un pirata que parece inspirado en el viejo Pierre Nodoyuna de Hanna-Barbera y tiene algunos momentos divertidos.
La gran novedad de este estreno es que durante la segunda mitad de la película, los personajes son trabajados a través de la animación computada en escenarios reales.
Si bien no están mal esas escenas, tampoco consiguen solucionar las falencias de la historia. El argumento presenta una típica comedia de enredos de Bob Esponja, pero no ofrece nada especial que no se pueda ver todos los días en la televisión. Esa es la gran debilidad que tiene este estreno.
De todos modos la película funciona como una opción para entretener a los más chicos durante estas vacaciones de verano.