Una extensión sin gracia.
Bob Esponja: Un héroe fuera del agua es una tardía nueva película de los personajes que a fines de los años '90 generaron furor en la televisión.
Ya en el 2004 se había realizado una película en ese entonces, con buenos resultados. Los personajes principales, Bob y Patricio, son acompañados por todos los demás caracteres de la serie. La trama gira en torno a la desaparición de la fórmula secreta de las "cangrehamburguesas" y la aventura que deberán atravesar al intentar recuperarla.
La sorpresa es el pirata –también dedicado a la venta de comida rápida– interpretado por Antonio Banderas, lo que lleva a la combinación de actores en vivo con los dibujos animados.
Es verdad que Bob Esponja no es un dibujo clásico, ya desde el nombre y el aspecto queda claro, y que todo el humor consiste en ese absurdo. Con picardía, algo de ambigüedad y muchos guiños adultos, la película anterior lograba ser divertida e inteligente a la vez, ofreciendo un espectáculo para todas las edades. Pero en esta nueva entrega las cosas ya no funcionan, los chistes se ven agotados, la fórmula para hacer reír ya no sorprende, Bob Esponja no es una sorpresa en el mundo de la animación actual ni tampoco es esta una aventura que valga la pena ver por cariño al viejo personaje.
Hay algunos buenos chistes, pero son muy pocos cuando uno piensa en la cantidad de veces que la película intenta hacernos reír. Una extensión sin gracia de una serie que ya obtuvo su lugar en la historia de la animación y que no necesitaba ir por más.